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Detenidas en la costa española 100 pateras y 1.000 inmigrantes ilegales menos que en 2003

La secretaria de Estado de Extranjería e Inmigración, Consuelo Rumí, ha ofrecido este jueves las cifras correspondientes a la detección y detención de pateras e inmigrantes que tratan de entrar en España de forma ilegal en lo que va de 2004. Así, las Fuerzas de Seguridad del Estado detuvieron cien pateras y casi 1.000 inmigrantes ilegales menos que en el mismo período del año pasado.

L D (EFE)  La secretaria de Estado celebró que a día de hoy “se hayan reducido” las cifras relativas a la inmigración ilegal detectada por el Sistema Integrado de Vigilancia en el Estrecho (SIVE), una moderna tecnología de control de la frontera que es capaz de detectar casi el 100 por ciento de las pateras que proceden de la costa africana.

Asimismo, se mostró satisfecha por los “resultados positivos” que ofrece la colaboración en patrullas mixtas de Policía y Guardia Civil españolas con las fuerzas de seguridad marroquíes para el control de la frontera. Para seguir reforzando esta colaboración, Rumí ha anunciado una reunión con una delegación marroquí para el próximo 13 de septiembre, en la que se abordará en la lucha contra la inmigración ilegal.   

Sin embargo, la responsable de Extranjería e Inmigración precisó que el descenso en el número de detenidos no va a evitar que el Gobierno sea “muy sensible con el destino nunca feliz de quienes llegan en pateras, porque los datos son tozudos y muestran la persistencia de esta problemática”.

No obstante, Rumí quiso resaltar que sólo el diez por ciento de los inmigrantes ilegales utiliza este medio para alcanzar territorio español, mientras que el 90 por ciento restante llega a través de los aeropuertos o de la frontera por carretera con Francia.

La secretaria de Estado de Extranjería e Inmigración aconsejó a los inmigrantes “que no vengan en patera, que no es un viaje que tenga un buen fin, y que no gasten ni un sólo dólar en quienes se aprovechan de ellos”, y les recordó que, por contra, los gobiernos español y marroquí “buscan fórmulas para que vengan a trabajar”.

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