L D (EFE) Desde el inicio de la prueba, en la que participaron 1.030 palistas de 17 países y 726 embarcaciones, las dos embarcaciones se situaron en cabeza de la prueba y los favoritos lograron evitar las típicas aglomeraciones bajo el puente de Arriondas a pesar de no haber tenido excesiva suerte en el orden de salida.
En los primeros kilómetros Martínez y Merchán marcaron el ritmo de la prueba encabezando un grupo en el que, además de los campeones del mundo de maratón, figuraban los palentinos Santi Guerrero y Jorge Alonso y los holandeses Edwin de Nijs y Dolpg Te Linde. Las dos parejas favoritas comenzaron a distanciarse de sus perseguidores e iniciaron su particular duelo en el que el ritmo lo marcaron el séptuple campeón del Sella, Julio Martínez, y Emilio Merchán hasta que Busto y Aizpurúa cambiaron el ritmo y se situaron en cabeza de la prueba en torno al quinto kilómetro del recorrido.
La situación se mantuvo hasta la parte final del descenso en la que los miles de aficionados que abarrotaban las riberas del Sella a lo largo de los 19,5 kilómetros que separan Arriondas de Ribadesella esperaban un disputado sprint. La prueba se resolvió gracias a una maniobra inusual en esta competición por parte de Merchán y Martínez, buenos conocedores del estado del río, que habían estudiado en las últimas semanas, y que descendieron de su piragua para atravesar a pie la isla de la Boticaria mientras sus rivales seguían la trayectoria habitual.
Los vencedores de la prueba regresaron a la ría de Ribadesella por una zona distinta a la que ocupaban Busto y Aizpurúa lo que dio gran emoción a los últimos metros de la prueba ante la dificultad para constatar cual de las dos embarcaciones había tomado la cabeza. No obstante, la maniobra permitió a Merchán y Martínez lograr los escasos metros de ventaja que les permitieron llegar a la zona previa a la línea de meta con suficiente distancia sobre sus perseguidores para que no se produjera el anunciado sprint.
En los primeros kilómetros Martínez y Merchán marcaron el ritmo de la prueba encabezando un grupo en el que, además de los campeones del mundo de maratón, figuraban los palentinos Santi Guerrero y Jorge Alonso y los holandeses Edwin de Nijs y Dolpg Te Linde. Las dos parejas favoritas comenzaron a distanciarse de sus perseguidores e iniciaron su particular duelo en el que el ritmo lo marcaron el séptuple campeón del Sella, Julio Martínez, y Emilio Merchán hasta que Busto y Aizpurúa cambiaron el ritmo y se situaron en cabeza de la prueba en torno al quinto kilómetro del recorrido.
La situación se mantuvo hasta la parte final del descenso en la que los miles de aficionados que abarrotaban las riberas del Sella a lo largo de los 19,5 kilómetros que separan Arriondas de Ribadesella esperaban un disputado sprint. La prueba se resolvió gracias a una maniobra inusual en esta competición por parte de Merchán y Martínez, buenos conocedores del estado del río, que habían estudiado en las últimas semanas, y que descendieron de su piragua para atravesar a pie la isla de la Boticaria mientras sus rivales seguían la trayectoria habitual.
Los vencedores de la prueba regresaron a la ría de Ribadesella por una zona distinta a la que ocupaban Busto y Aizpurúa lo que dio gran emoción a los últimos metros de la prueba ante la dificultad para constatar cual de las dos embarcaciones había tomado la cabeza. No obstante, la maniobra permitió a Merchán y Martínez lograr los escasos metros de ventaja que les permitieron llegar a la zona previa a la línea de meta con suficiente distancia sobre sus perseguidores para que no se produjera el anunciado sprint.