L D (EFE) e l pasado mes de julio el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, adelantó que durante el año que viene seguirá existiendo el llamado "price cap" , que fija los precios máximos a los que Telefónica de España puede ofrecer sus tarifas. Este sistema, que establece una exigencia anual de reducción de precios en función del IPC, fue ideado por el anterior Gobierno popular , que lo empezó a aplicar en el 2001 y que prometió su desaparición en el 2004 , para que en el 2005 hubiera plena libertad de precios.
Aunque en su día el ministro reconoció que las nuevas directivas comunitarias establecen que las autoridades no deben intervenir en la fijación de precios , apuntó que en este caso es "con carácter transitorio y hasta que la CMT analice los mercados que no funcionen en competencia" y sustituya las actuales figuras de "dominantes de mercado".
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ha iniciado un periodo de consultas sobre el nuevo modelo de competencia por el que se sustituirá, a mediados del año que viene, el concepto operador dominante por el de operador con poder significativo en el mercado . En cambio, el presidente de AETIC, Jesús Banegas, cree que el ministro no debería esperar a que la CMT se pronunciara y que debería eliminar ya el sistema de fijación de precios máximos, puesto que "España es el país europeo donde más han bajado las tarifas".
De hecho, según datos de la Oficina Estadística Comunitaria (Eurostat) a los que hizo referencia, en 1997 una llamada telefónica de ámbito nacional de diez minutos costaba 3,35 euros, mientras que al final del año pasado tenía un coste de 0,8 euros. En cambio, el coste medio de esa misma llamada en el conjunto de la Unión Europea era de 2,35 euros en 1997 y de 1 euro en el 2003.
De igual manera ocurre con una llamada internacional, que en España ha pasado de 6 a 1,5 euros, mientras que en la media de la Unión Europea ha bajado de 6,8 a 2 euros. Banegas se preguntó qué sentido tiene seguir limitando los precios de las telecomunicaciones, si se trata de un sector en el que las empresas entran y salen libremente y que es crucial para la economía española.
Aunque en su día el ministro reconoció que las nuevas directivas comunitarias establecen que las autoridades no deben intervenir en la fijación de precios , apuntó que en este caso es "con carácter transitorio y hasta que la CMT analice los mercados que no funcionen en competencia" y sustituya las actuales figuras de "dominantes de mercado".
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ha iniciado un periodo de consultas sobre el nuevo modelo de competencia por el que se sustituirá, a mediados del año que viene, el concepto operador dominante por el de operador con poder significativo en el mercado . En cambio, el presidente de AETIC, Jesús Banegas, cree que el ministro no debería esperar a que la CMT se pronunciara y que debería eliminar ya el sistema de fijación de precios máximos, puesto que "España es el país europeo donde más han bajado las tarifas".
De hecho, según datos de la Oficina Estadística Comunitaria (Eurostat) a los que hizo referencia, en 1997 una llamada telefónica de ámbito nacional de diez minutos costaba 3,35 euros, mientras que al final del año pasado tenía un coste de 0,8 euros. En cambio, el coste medio de esa misma llamada en el conjunto de la Unión Europea era de 2,35 euros en 1997 y de 1 euro en el 2003.
De igual manera ocurre con una llamada internacional, que en España ha pasado de 6 a 1,5 euros, mientras que en la media de la Unión Europea ha bajado de 6,8 a 2 euros. Banegas se preguntó qué sentido tiene seguir limitando los precios de las telecomunicaciones, si se trata de un sector en el que las empresas entran y salen libremente y que es crucial para la economía española.