L D (EFE) Respecto al crimen de Sonia Carabantes, el letrado de King, Javier Saavedra, recurrió el auto de procesamiento en el que se dictaba que se juzgara al británico por un tribunal profesional ante la Audiencia provincial de Málaga, y aún no ha obtenido respuesta. Esta petición la realizó el abogado después de que su cliente negase ser el autor de un delito de agresión sexual contra la joven de 17 años, mientras que el juez instructor entendió que sí pudo cometer el mencionado delito.
Sonia Carabantes desapareció en la madrugada del 14 de agosto de 2003 cuando regresaba a su casa tras asistir a la Feria de Coín y su cadáver fue encontrado semienterrado en el término municipal de Monda (Málaga) tras cinco días de intensa búsqueda en la que participaron centenares de personas. Los médicos determinaron días después que había sido estrangulada y golpeada, aunque no se encontraron síntomas de que fuese agredida sexualmente.
Casi un mes después, el 18 de septiembre, Tony King fue arrestado en Alhaurín El Grande (Málaga) después de que su compañera sentimental informara a la Policía Judicial de la Guardia Civil de que había visto unos restos de sangre en la ropa del británico y arañazos en la cara en la noche en la que desapareció Sonia, y añadió que el detenido había estado en la feria de Coín.
El único imputado en este crimen, que ingresó en prisión el 21 de septiembre, ya compareció ante el juez cuando fue detenido por su presunta implicación en el caso, momento en el que declaró que ese día fue a Coín, pero bebió mucho y sólo recordaba que había visto a la joven en la feria y que tuvo un accidente con su vehículo.
El perfil genético de King, obtenido a partir de un calzoncillo y de una colilla que estaban en su casa, es idéntico, según los investigadores, al que se obtuvo de tejidos que había bajo las uñas de Sonia, al de la sangre que tenían los restos de un faro hallados cerca de la casa de la joven, y al de la saliva de una colilla encontrada donde desapareció Rocío Wanninkhof el 9 de octubre de 1999.
Sonia Carabantes desapareció en la madrugada del 14 de agosto de 2003 cuando regresaba a su casa tras asistir a la Feria de Coín y su cadáver fue encontrado semienterrado en el término municipal de Monda (Málaga) tras cinco días de intensa búsqueda en la que participaron centenares de personas. Los médicos determinaron días después que había sido estrangulada y golpeada, aunque no se encontraron síntomas de que fuese agredida sexualmente.
Casi un mes después, el 18 de septiembre, Tony King fue arrestado en Alhaurín El Grande (Málaga) después de que su compañera sentimental informara a la Policía Judicial de la Guardia Civil de que había visto unos restos de sangre en la ropa del británico y arañazos en la cara en la noche en la que desapareció Sonia, y añadió que el detenido había estado en la feria de Coín.
El único imputado en este crimen, que ingresó en prisión el 21 de septiembre, ya compareció ante el juez cuando fue detenido por su presunta implicación en el caso, momento en el que declaró que ese día fue a Coín, pero bebió mucho y sólo recordaba que había visto a la joven en la feria y que tuvo un accidente con su vehículo.
El perfil genético de King, obtenido a partir de un calzoncillo y de una colilla que estaban en su casa, es idéntico, según los investigadores, al que se obtuvo de tejidos que había bajo las uñas de Sonia, al de la sangre que tenían los restos de un faro hallados cerca de la casa de la joven, y al de la saliva de una colilla encontrada donde desapareció Rocío Wanninkhof el 9 de octubre de 1999.