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El Sevilla se adjudica el Trofeo Carranza al imponerse en la final al Valencia (2-1)

El Sevilla ha dado un nuevo paso en su impecable pretemporada, adjudicándose con merecimiento el Trofeo Carranza derrotando al Valencia, campeón de Liga y UEFA, con los goles de Baptista y Fernando Sales, que, cincuenta años después, otorgan el trofeo a su primer ganador.

L D (EFE) Sevilla y Valencia iniciaron la final con plena intensidad de juego. Los valencianistas tenían las cosas claras, dominaron el esférico, lo movieron con velocidad y, sobre todo, intentaron evitar las acciones de un más que peligroso Baptista.

Con dominio del Valencia al cuarto de hora llegó la primera ocasión. Un error defensivo de Puerta lo aprovechó Rufete para poner en apuros a Notario, muy nervioso a lo largo del encuentro. Eran minutos en los que el Sevilla no encontraba dar salida al balón por la presión del Valencia en el centro del campo. Le costó 20 minutos despertar a los de Caparrós y lo hizo gracias a Alves. Un tiro lejano suyo fue la primera señal dos minutos antes de que un nuevo potente disparo de Alves que despejó Palop dejándolo muerto, fue aprovechado por un oportunista Baptista para, a placer, abrir el marcador de la final.

El trabajo de Rubén Baraja rescató a un Valencia que no tardó en reaccionar. El centrocampista tomó las riendas del equipo y movió con criterio el balón. En el minuto 27 Angulo, con un cabezazo, avisó del empate a centro de Xisco desde la izquierda. Nueve minutos después llegó la igualada tras un error de Notario. El meta no detuvo un tiro manso de Angulo y dejó el balón franco para que a la segunda, el delantero valencianista igualase el partido.

En la reanudación, Caparrós acertó con sus órdenes del descanso. El Sevilla salió controlando a un Valencia que bajó su nivel y aplicó un juego estático y sin profundidad, acusando los minutos que jugó sin Baraja, sustituido. Poco a poco, los hispalenses fueron ganado la partida y los metros necesarios para neutralizar a un Valencia que en la segunda mitad sólo gozó con la clara ocasión del cabezazo de Pellegrino en el minuto 58 que la defensa sevillana sacó bajos palos.

Desde ese momento todas las ocasiones fueron del Sevilla. Baptista pudo dar la victoria con un disparo tras una genial galopada, pero no llegó hasta que un disparo de Jordi lo despejó Palop y Fernando Sales , muy atento, batió al portero valencianista con disparo raso pegado al palo derecho. El 2-1 fue una losa para el Valencia que no pudo levantar el resultado, menos todavía cuando fue expulsado por doble amarilla el italiano Carboni. El Sevilla ha ganado con justicia su cuarto Carranza, cumpliendo además la efeméride de ganarlo 50 años después de estrenar la lista de ganadores.

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