LD (Agencias) Según el consultor turístico, Pau Morata, este incremento del turismo residencial repercute directamente en la ocupación hotelera y "afecta sobre todo a zonas de Alicante, Baleares y Cataluña", generando la actual sensación de crisis del sector.
Así, la ocupación hotelera baja pese a que España ha recibido un total de 47,6 millones de visitantes durante los siete primeros meses del año, un 4,1 por ciento más que en el mismo período del año anterior, según la encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur).
Morata considera el turismo residencial un fenómeno que era típico en la Costa Dorada y Mallorca, y que ahora se ha extendido a Alicante, Ibiza y la Costa Brava. El aumento de las ofertas de vuelos baratos contribuye además, según Morata, a incrementar el número y la frecuencia de las visitas y los periodos pasados en las viviendas vacacionales, por lo que "el turismo residencial actúa como complemento del turismo de hotel".
Por otra parte, Pau Morata advierte de que el peligro de este tipo de turismo es la "oferta alegal", es decir, el realquiler de los inmuebles por parte de sus propietarios . En la investigación efectuada por el "Grupo i" junto a la escuela de negocios IESE, se advierte de que la mayor concentración de estas viviendas se produce en la Costa Blanca y la Costa del Sol, y que las provincias con mayor porcentaje de residencias vacacionales son las de Girona, Murcia, Valencia y Huelva.
La producción de viviendas en la "zona VIVE" (Vivienda Vacacional en España) en municipios con más de 10.000 habitantes ha supuesto entre 2000 y 2002 una media de más de 80.000 viviendas anuales compradas por turistas , tanto extranjeros como españoles, lo que supone copar más de un 15 por ciento de todas las nuevas viviendas en España. De la demanda estimada para 2004, de 116.000 unidades, 60.000 suponen adquisiciones de viviendas por parte de demandantes españoles, mientras que las restantes 56.000 corresponden a visitantes extranjeros.
Según el estudio, la demanda total se elevará a 151.000 viviendas en 2008 y se habrá incrementado el peso relativo de los extranjeros hasta las 80.000 unidades, lo que supone un aumento del 42,8 por ciento de compradores foráneos en la zona VIVE entre 2004 y 2008. En esos cinco años, los extranjeros habrán comprado más de 300.000 casas en zonas de vacaciones en España, lo que impactará negativamente en una ocupación hotelera que sigue aumentando su oferta
Así, la ocupación hotelera baja pese a que España ha recibido un total de 47,6 millones de visitantes durante los siete primeros meses del año, un 4,1 por ciento más que en el mismo período del año anterior, según la encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur).
Morata considera el turismo residencial un fenómeno que era típico en la Costa Dorada y Mallorca, y que ahora se ha extendido a Alicante, Ibiza y la Costa Brava. El aumento de las ofertas de vuelos baratos contribuye además, según Morata, a incrementar el número y la frecuencia de las visitas y los periodos pasados en las viviendas vacacionales, por lo que "el turismo residencial actúa como complemento del turismo de hotel".
Por otra parte, Pau Morata advierte de que el peligro de este tipo de turismo es la "oferta alegal", es decir, el realquiler de los inmuebles por parte de sus propietarios . En la investigación efectuada por el "Grupo i" junto a la escuela de negocios IESE, se advierte de que la mayor concentración de estas viviendas se produce en la Costa Blanca y la Costa del Sol, y que las provincias con mayor porcentaje de residencias vacacionales son las de Girona, Murcia, Valencia y Huelva.
La producción de viviendas en la "zona VIVE" (Vivienda Vacacional en España) en municipios con más de 10.000 habitantes ha supuesto entre 2000 y 2002 una media de más de 80.000 viviendas anuales compradas por turistas , tanto extranjeros como españoles, lo que supone copar más de un 15 por ciento de todas las nuevas viviendas en España. De la demanda estimada para 2004, de 116.000 unidades, 60.000 suponen adquisiciones de viviendas por parte de demandantes españoles, mientras que las restantes 56.000 corresponden a visitantes extranjeros.
Según el estudio, la demanda total se elevará a 151.000 viviendas en 2008 y se habrá incrementado el peso relativo de los extranjeros hasta las 80.000 unidades, lo que supone un aumento del 42,8 por ciento de compradores foráneos en la zona VIVE entre 2004 y 2008. En esos cinco años, los extranjeros habrán comprado más de 300.000 casas en zonas de vacaciones en España, lo que impactará negativamente en una ocupación hotelera que sigue aumentando su oferta