LD (Agencias) "Algunas inquietudes del mercado se han revelado sobrevaloradas" ya que el caso de la compañía Yukos no tendrá consecuencias sobre las ventas rusas y en Venezuela la situación está prácticamente bajo control, explicó Mandil en una entrevista publicada por el diario francés La Tribune.
Mandil criticó que la OPEP hubiera reducido la oferta de crudo durante el segundo trimestre del año pensando que iba a bajar el consumo, cuando es en ese periodo cuando se reconstituyen las reservas comerciales: "eso se tradujo por insuficiencia de esas reservas en el segundo trimestre y a comienzos del verano lo que contribuyó ampliamente al nerviosismo de los mercados".
Además, según dijo, la AIE está preocupada porque "la industria petrolera (...) no invierte tanto como sería necesario para que la producción siga la evolución de la demanda" y lo atribuyó a que las compañías hacen sus inversiones basándose en un precio del barril de 20 dólares, un nivel a su juicio "ridículo".
Respecto a las inquietudes a largo plazo, señaló que el problema no será la escasez de petróleo, ya que los que sostienen esa hipótesis "subestiman considerablemente" los progresos técnicos para la explotación de los yacimientos conocidos y el hecho de que hay muchas zonas del mundo que están todavía por explorar. "El problema a largo plazo es otro, el cambio climático que va a constreñir las políticas en materia de energía", alertó.
Mandil explicó que eso necesita en primer lugar aumentar la "eficacia energética" –la cantidad de energía necesaria para cada punto suplementario de Producto Interior Bruto–, el recurso a las energías renovables y la energía nuclear, a la que no se podrá renunciar, aunque para eso hay que ganarse a la opinión pública y resolver el problema de los residuos radiactivos.
Mandil criticó que la OPEP hubiera reducido la oferta de crudo durante el segundo trimestre del año pensando que iba a bajar el consumo, cuando es en ese periodo cuando se reconstituyen las reservas comerciales: "eso se tradujo por insuficiencia de esas reservas en el segundo trimestre y a comienzos del verano lo que contribuyó ampliamente al nerviosismo de los mercados".
Además, según dijo, la AIE está preocupada porque "la industria petrolera (...) no invierte tanto como sería necesario para que la producción siga la evolución de la demanda" y lo atribuyó a que las compañías hacen sus inversiones basándose en un precio del barril de 20 dólares, un nivel a su juicio "ridículo".
Respecto a las inquietudes a largo plazo, señaló que el problema no será la escasez de petróleo, ya que los que sostienen esa hipótesis "subestiman considerablemente" los progresos técnicos para la explotación de los yacimientos conocidos y el hecho de que hay muchas zonas del mundo que están todavía por explorar. "El problema a largo plazo es otro, el cambio climático que va a constreñir las políticas en materia de energía", alertó.
Mandil explicó que eso necesita en primer lugar aumentar la "eficacia energética" –la cantidad de energía necesaria para cada punto suplementario de Producto Interior Bruto–, el recurso a las energías renovables y la energía nuclear, a la que no se podrá renunciar, aunque para eso hay que ganarse a la opinión pública y resolver el problema de los residuos radiactivos.