L D (Agencias) En Moscú, este martes, decenas de miles de moscovitas han salido a la calle con banderas y pancartas de condena al terrorismo. La espectacular congregación, según EFE, no sólo colmaba el espacio asignado para la misma, sino también las calles adyacentes y el Gran Puente de Moskvorechie sobre el río Moscova.
La manifestación, convocada por la alcaldía de Moscú y las organizaciones oficiales, está rodeada de extremas medidas de seguridad. El lugar de la manifestación, entre el Kremlin y la catedral, está rodeado por perros especializados en detección de explosivos. Toda la zona está acordonada por numerosos efectivos del Ministerio del Interior, y para acceder a ella hay que pasar por arcos de detectores de metales instalados bajo un puente.
Tras unas palabras de Mijaíl Nagaitsev, líder de filial moscovita de la Federación de Sindicatos Independientes, los participantes en la manifestación recordaron con un minuto de silencio a las víctimas de Beslán. La Policía ha exigido identificarse a todas las personas que abandonan el lugar durante la concentración, que es en "régimen abierto", es decir, cualquiera puede teóricamente hacer uso de la palabra.
La prensa liberal ha lamentado el carácter "oficial" de la manifestación, pero el diario de negocios Vedomosti, ha afirmado en su editorial que "no salimos a la calle para protestar contra el terror y la irresponsabilidad ni el 1 de septiembre (día del inicio de la toma de rehenes), ni este fin de semana (tras el desenlace trágico)... La sociedad quiso esperar a que el poder la llamara a una manifestación organizada".
En Beslán siguen enterrando a las víctimas del atentado
En otro orden de cosas, en Beslán siguen enterrando a sus muertos, oficialmente 335, sin contar los 30 presuntos secuestradores. Estaban previstos unos 70 entierros para este martes. Según las autoridades, 107 cuerpos no habían sido identificados todavía. Algunas desapariciones siguen sin explicación, pues algunos padres aseguran que vieron vivos a sus hijos después del asalto del viernes, pero que después no los volvieron a ver.
Por otra parte, en un mitin no autorizado en Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte, centenares de manifestantes han exigido la dimisión del Gobierno de esta república caucásica, según la agencia Interfax. Además de pedir el cese inmediato del presidente noroseta, Alexandr Dzasójov, las personas congregadas pidieron la destitución de los jefes de los servicios de seguridad de la república por su responsabilidad en la crisis de rehenes de Beslán, que causó al menos 335 muertos. Hay que recordar que el ministro del Interior de Osetia del Norte, Kazbek Dzantíev, presentó este sábado pasado su dimisión, pero ésta no fue aceptada por el presidente Dzasójov.
Este lunes, se sucedieron las manifestaciones de condena en toda Rusia. Varias decenas de miles de personas se habían manifestado en San Petersburgo para exigir la restauración de la pena de muerte contra los terroristas. También en el otro extremo de Rusia, en la ciudad de Yekaterinburgo, en los Urales, donde 20.000 personas rindieron un homenaje de una hora a las víctimas, pese a la lluvia.
Este lunes, se sucedieron las manifestaciones de condena en toda Rusia. Varias decenas de miles de personas se habían manifestado en San Petersburgo para exigir la restauración de la pena de muerte contra los terroristas. También en el otro extremo de Rusia, en la ciudad de Yekaterinburgo, en los Urales, donde 20.000 personas rindieron un homenaje de una hora a las víctimas, pese a la lluvia.