L D (EFE) La insultante superioridad que ha demostrado la escudería Ferrari durante toda la temporada ha tenido este domingo su capítulo más sublime con el doblete conseguido. A pesar de que en la sexta vuelta, de las 53 de que constaba la carrera, Barrichello, tras su parada a montar neumáticos para seco, era noveno y Michael Schumacher undécimo, ambos a más de medio minuto del entonces líder Fernando Alonso, nadie les ha impedido su implacable progresión hasta los dos primeros puestos y sumar el octavo doblete de la temporada.
El sol que comenzó a brillar cuando los coches estaban en la formación de salida, comenzó a secar la pista rápidamente y casi todos los pilotos optaron por arriesgar y salir con ruedas para suelo seco, mientras que Barrichello y su compatriota Felipe Massa (Sauber-Petronas) mantenían los mixtos. Alonso no defraudó y se coló entre Michael Schumacher y Montoya antes de llegar a la primera variante para situarse detrás de Barrichello. En la quinta vuelta se detenía Barrichello a cambiar las ruedas y repostar, cuando ya le había arrebatado Alonso el liderato en la pista, y lo que estaba preparado para ser la gran fiesta de Ferrari parecía desmoronarse con el brasileño en el puesto noveno y su compañero Michael Schumacher autor de un trompo en la segunda variante en la primera vuelta, remontando desde la decimoquinta posición.
Pero los Ferrari volaban en la pista y cada vez se acercaban más a los puestos de cabeza. En la vuelta 37, Barrichello iba a tomar el mando de la carrera cuando aún tenía que realizar otra parada, pero logró una ventaja suficiente como para que, a once vueltas del final pudiera hacerla y mantener el primer puesto. Por detrás Button y Alonso, segundo y tercero, comenzaban a sentir la presión de Michael Schumacher, que rodaba dos segundos y medio más rápido que ambos y fue entonces cuando Alonso perdió el control del coche y dio un trompo en la variante Ascari, con la mala suerte de que las ruedas traseras se quedaron en la grava.
Alonso pidió a los comisarios que le empujaran para volver a la pista, hace un año le había ocurrido lo mismo a Michael Schumacher en Nurburgring (Alemania) y había podido terminar quinto, pero aquí era un peligro para los Ferrari y le dijeron que apagara el motor, que la carrera para él había terminado y todo el esfuerzo que había hecho hasta ese momento, se quedaba sin premio. Michael Schumacher, imparable, con Alonso fuera de carrera, no tenía problemas para superar a Button y hacer realidad la fiesta de Ferrari, a pesar de los errores cometidos, con la invasión final de la pista por parte de los "tifosi" para celebrar bajo el podio un nuevo éxito de los coches rojos.
El sol que comenzó a brillar cuando los coches estaban en la formación de salida, comenzó a secar la pista rápidamente y casi todos los pilotos optaron por arriesgar y salir con ruedas para suelo seco, mientras que Barrichello y su compatriota Felipe Massa (Sauber-Petronas) mantenían los mixtos. Alonso no defraudó y se coló entre Michael Schumacher y Montoya antes de llegar a la primera variante para situarse detrás de Barrichello. En la quinta vuelta se detenía Barrichello a cambiar las ruedas y repostar, cuando ya le había arrebatado Alonso el liderato en la pista, y lo que estaba preparado para ser la gran fiesta de Ferrari parecía desmoronarse con el brasileño en el puesto noveno y su compañero Michael Schumacher autor de un trompo en la segunda variante en la primera vuelta, remontando desde la decimoquinta posición.
Pero los Ferrari volaban en la pista y cada vez se acercaban más a los puestos de cabeza. En la vuelta 37, Barrichello iba a tomar el mando de la carrera cuando aún tenía que realizar otra parada, pero logró una ventaja suficiente como para que, a once vueltas del final pudiera hacerla y mantener el primer puesto. Por detrás Button y Alonso, segundo y tercero, comenzaban a sentir la presión de Michael Schumacher, que rodaba dos segundos y medio más rápido que ambos y fue entonces cuando Alonso perdió el control del coche y dio un trompo en la variante Ascari, con la mala suerte de que las ruedas traseras se quedaron en la grava.
Alonso pidió a los comisarios que le empujaran para volver a la pista, hace un año le había ocurrido lo mismo a Michael Schumacher en Nurburgring (Alemania) y había podido terminar quinto, pero aquí era un peligro para los Ferrari y le dijeron que apagara el motor, que la carrera para él había terminado y todo el esfuerzo que había hecho hasta ese momento, se quedaba sin premio. Michael Schumacher, imparable, con Alonso fuera de carrera, no tenía problemas para superar a Button y hacer realidad la fiesta de Ferrari, a pesar de los errores cometidos, con la invasión final de la pista por parte de los "tifosi" para celebrar bajo el podio un nuevo éxito de los coches rojos.