L D (EFE) En declaraciones a la cadena Punto Radio, Moratinos afirmó que no se arrepiente "en absoluto" de haber distinguido entre catalán y valenciano en su petición a la UE, aunque su ministerio "va a crear" en la Secretaría de Estado de Asuntos Europeos un grupo de trabajo para buscar "una fórmula que dé satisfacción a todos". En este grupo participarán representantes de la Comunidad Valenciana, la Generalidad de Cataluña y "expertos lingüistas", según explicó el jefe de la diplomacia española.
El ministro indicó que, a la hora de decidir sobre si distinguía o no entre catalán y valenciano, el Gobierno sabía que "iba a ser complicado", pero se atuvo a lo dispuesto en el artículo 3 de la Constitución –que establece la oficialidad de las lenguas en las Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos– y los servicios jurídicos del ministerio aconsejaron "incluir el valenciano".
En todo caso, advirtió a ERC de que hay que "trabajar juntos" si se desea alcanzar un mayor y mejor reconocimiento de las lenguas oficiales españolas en la UE, porque se trata de un objetivo "extremadamente difícil" y, si se sigue "ofreciendo esta situación de desgarro, de discusión y de pelea", será "muy difícil avanzar". Además, señaló que él mismo ha hablado con "distintos responsables catalanes, incluida ERC", y ninguno de ellos le ha trasladado un mensaje "tan dramático" con el realizado por el presidente de este partido, quien consideró "fascistoide" la distinción entre catalán y valenciano.
En este sentido, precisó que su propuesta "se hace un poco para atender lo que era una petición de ERC" expresada en el debate de la sesión de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero, que el Gobierno "asumió por considerar que era una reivindicación legítima", a la que se sumaron todas las fuerzas nacionalistas y a la que el Ejecutivo ha dado curso "con enorme valentía". "Por tanto, en lugar de pelearnos entre nosotros, lo que teníamos que hacer es apoyar al Gobierno y a este Ministerio de Asuntos Exteriores" y no dar "armas a todos aquellos que no creen que podamos avanzar en el reconocimiento de las lenguas oficiales" de España en la UE, "porque ya bastante difícil lo tenemos como para que se nos complique en nuestra casa", insistió el ministro.
Tras recalcar que él no es "un lingüista" y no puede entrar a valorar si el catalán y el valenciano "es el mismo idioma o no", reiteró que se limita a respetar el texto constitucional español y son "los lingüistas y los catalanes y valencianos" quienes tendrán que "encontrar un terreno común". "Si no lo encuentran, seguiremos con la misma fórmula; nosotros no queremos crear más polémica", sino "avanzar en lo que consideramos legítimo, que es el reconocimiento de las lenguas oficiales españolas", concluyó Moratinos.