L D (EFE) "Si se gana la final, la Ensaladera se traerá a Madrid al día siguiente para ofrecerla como apoyo a esta ciudad candidata a los Juegos Olímpicos de 2012", ha dicho Pujol en un deseo de terminar de una vez por todas con la guerra abierta tras la decisión de la sede, en perjuicio de la capital española.
Este acto de intento de desagravio ha sido secundado también por Juan Avendaño, portavoz del G-3, el grupo de técnicos que lidera el equipo español. "Queremos ganar en Sevilla para demostrar al mundo que Madrid puede organizar perfectamente los JJOO y nuestro triunfo estará dedicado a esta ciudad". Además, Pujol ha adelantado que habrá otro tipo de acciones, "como camisetas o banderas que recordarán a Madrid", siempre en caso de ganar.
El presidente y candidato a la reelección recuerda además que tomar polémicas decisiones como la de la sede final es de su potestad, porque tiene "plenos poderes" para ello, sin necesidad siquiera de consultar a su Junta Directiva. "Sí hubo pliego de condiciones iniciales, y aunque no lo hubiera habido no es una obligación, no es una norma que esté escrita", recuerda, "y Sevilla movió pieza con tiempo". Avendaño asegura que todas las decisiones se toman en bloque, de forma unánime, y "Agustín hace lo que nosotros le pedimos que haga, lo que aconsejamos", ha dicho el asturiano, quien se ha mostrado rotundo al comentar que "la Copa Davis no es una moneda de cambio".
No obstante, Avendaño admite también que "Madrid se merece una buena eliminatoria" y puede llegar cuando en el futuro "uno o dos jugadores del equipo lo pidan, porque vaya de acuerdo con sus características", y cita el caso del mejor sacador español del momento, Feliciano López. No obstante, Pujol sí ha reconocido que Madrid ya tenía en el torneo Masters Series un estandarte eficaz para su camino olímpico. "La decisión de apoyar la candidatura de Madrid ha de seguir su camino y con el Masters Series tiene su parcela cubierta. Eso nos tranquiliza", añade.
La envergadura de las obras y la disponibilidad de las tres pistas concertadas, la de la final y las dos de entrenamientos significarán un reto para las entidades andaluzas y la propia Federación Española. "Vamos a sufrir", admite Pujol ante la premura, pues las obras están previstas que acaben el 25 de noviembre, sólo ocho días antes del primer día de competición, "pero es un riesgo que hemos corrido, y si no lo logramos sería una decepción importantísima para la Federación Española y un fallo que dejaría a la ciudad en muy mal lugar, pero confiamos en la empresa y en su profesionalidad".
Tanto Pujol como Avendaño han querido dejar zanjada la cuestión y han mostrado su pesar por todos los comentarios y por la guerra abierta con la Federación de Tenis de Madrid, que el miércoles tuvo su último capítulo con la destitución de Pedro Muñoz (presidente de la madrileña), como vicepresidente de la española. "Ni siquiera la final de la Copa Davis merece una ruptura entre Agustín y Pedro Muñoz", ha dicho Avendaño, "ojalá que no haya fractura en el tenis español y que se gane este trofeo por segunda vez".
Este acto de intento de desagravio ha sido secundado también por Juan Avendaño, portavoz del G-3, el grupo de técnicos que lidera el equipo español. "Queremos ganar en Sevilla para demostrar al mundo que Madrid puede organizar perfectamente los JJOO y nuestro triunfo estará dedicado a esta ciudad". Además, Pujol ha adelantado que habrá otro tipo de acciones, "como camisetas o banderas que recordarán a Madrid", siempre en caso de ganar.
El presidente y candidato a la reelección recuerda además que tomar polémicas decisiones como la de la sede final es de su potestad, porque tiene "plenos poderes" para ello, sin necesidad siquiera de consultar a su Junta Directiva. "Sí hubo pliego de condiciones iniciales, y aunque no lo hubiera habido no es una obligación, no es una norma que esté escrita", recuerda, "y Sevilla movió pieza con tiempo". Avendaño asegura que todas las decisiones se toman en bloque, de forma unánime, y "Agustín hace lo que nosotros le pedimos que haga, lo que aconsejamos", ha dicho el asturiano, quien se ha mostrado rotundo al comentar que "la Copa Davis no es una moneda de cambio".
No obstante, Avendaño admite también que "Madrid se merece una buena eliminatoria" y puede llegar cuando en el futuro "uno o dos jugadores del equipo lo pidan, porque vaya de acuerdo con sus características", y cita el caso del mejor sacador español del momento, Feliciano López. No obstante, Pujol sí ha reconocido que Madrid ya tenía en el torneo Masters Series un estandarte eficaz para su camino olímpico. "La decisión de apoyar la candidatura de Madrid ha de seguir su camino y con el Masters Series tiene su parcela cubierta. Eso nos tranquiliza", añade.
La envergadura de las obras y la disponibilidad de las tres pistas concertadas, la de la final y las dos de entrenamientos significarán un reto para las entidades andaluzas y la propia Federación Española. "Vamos a sufrir", admite Pujol ante la premura, pues las obras están previstas que acaben el 25 de noviembre, sólo ocho días antes del primer día de competición, "pero es un riesgo que hemos corrido, y si no lo logramos sería una decepción importantísima para la Federación Española y un fallo que dejaría a la ciudad en muy mal lugar, pero confiamos en la empresa y en su profesionalidad".
Tanto Pujol como Avendaño han querido dejar zanjada la cuestión y han mostrado su pesar por todos los comentarios y por la guerra abierta con la Federación de Tenis de Madrid, que el miércoles tuvo su último capítulo con la destitución de Pedro Muñoz (presidente de la madrileña), como vicepresidente de la española. "Ni siquiera la final de la Copa Davis merece una ruptura entre Agustín y Pedro Muñoz", ha dicho Avendaño, "ojalá que no haya fractura en el tenis español y que se gane este trofeo por segunda vez".