L D (EFE) Los titulares de la selección que se consagró en el Mundial de EEUU'94 se enfrentarán en el Coliseum en Los Angeles Coliseum a la selección de México, que, por su parte, rendirá homenaje al ex guardameta Jorge Campos. "Será una fiesta para conmemorar los diez años de la conquista del cuarto título mundial de Brasil y mi retirada de los compromisos internacionales con la selección", ha dicho el delantero del Fluminense, quien, pese a sus 38 años de edad y a estar lejos de los terrenos de juego desde el 22 de agosto por las lesiones y un bajo rendimiento, espera jugar al fútbol una temporada más antes de colgar las botas.
"Pretendo cumplir en diciembre mi contrato con el Fluminense y, si es posible, ayudarlo a clasificarse para la Copa Libertadores de 2005. Después veré qué hago, si continúo aquí o voy a otro equipo para jugar mi último año", ha dicho Romario en una rueda de prensa en Río de Janeiro. El máximo artillero de Brasil en activo, con 907 goles según sus cuentas, dice que le hubiera gustado jugar un Mundial más y otros Juegos Olímpicos antes de su retirada, pero garantiza que en el balance final "los mejores momentos son los inolvidables". "No guardo resentimiento contra nadie", ha dicho en referencia a la decisión de Mario Jorge Lobo Zagallo y Zico de separarlo del equipo que se alistaba para el Mundial de Francia'98, o al rechazo de Luiz Felipe Scolari a incluirlo en la lista de 23 convocados que a la postre se hicieron con la edición de 2002, en Corea del Sur y Japón.
"Después de Pelé, soy el jugador más importante de todos los tiempos en Brasil", dice Romario tras admitir que esta afirmación hará que le "caigan palos de todos lados". Matiza que Ronaldo, delantero del Real Madrid, "tiene su sitio a parte en la historia del fútbol brasileño" y de Ronaldinho, del Barcelona, que "puede ser este año el mejor jugador del mundo". "Ronaldo es Ronaldo y Romario es Romario", ha dicho al responder a una pregunta comparativa.
Advirtió que Vagner Love, ex jugador del Palmeiras, y Luis Fabiano, figura que el Sao Paulo transfirió recientemente al Oporto portugués, atesoran unas cualidades técnicas de goleador envidiables. "Pero como Romario, o parecido a mí, no hay nadie", reitera. El ex jugador del Barcelona y Valencia, el PSV Eindhoven holandés y del Al Saad qatarí dice que su mejor socio en la delantera de la selección brasileña fue Bebeto. También ha tenido palabras de elogio hacia la sociedad goleadora que formó en el Barcelona con el búlgaro Hristo Stoichkov y el danés Michael Laudrup, así como la fugaz alianza que integró en el Valencia con los argentinos Claudio López y Ariel Ortega.
Dic no arrepentirse de ninguna polémica que causó durante su carrera con sus explosivas declaraciones, aunque admite que, desde que debutó con el Vasco da Gama, en 1985, dijo "muchas bobadas". "Creo que hice todo lo que debía y dije todo lo que siento. De nada me arrepiento y por ello duermo tranquilo. Me gané un puesto en la selección por mis propios méritos, jugué partidos a 19 grados bajo cero y otros por encima de los 42 grados, así que todo lo que conseguí fue con esfuerzo, capacidad y trabajo", puntualiza.
Romario manifestaba que buscará "una forma digna de parar", al aludir a su ausencia de la línea titular del Fluminense por disposición del técnico Gama. "El entrenador debe ver lo que es mejor para el equipo. El (Gama) tiene personalidad, respeto eso y no veo ningún problema en jugar ahora", argumenta. Pese a ello, sostuvo que no aceptará sentarse en el banquillo de los reservas, por todo lo que ha representado en el fútbol.
La selección de 1994 que se reunirá para despedir a Romario tendrá contra México a toda la alineación titular, dirigida por el seleccionador Carlos Alberto Parreira. Romario ha recibido la confirmación del portero Taffarel, los defensas Jorginho, Aldair, Marcio Santos, Ricardo Rocha y Branco, los centrocampistas Dunga, Mazinho, Zinho y Raí, así como el delantero Bebeto, y otros invitados especiales que le acompañaron en los primeros años de su carrera deportiva.
"Pretendo cumplir en diciembre mi contrato con el Fluminense y, si es posible, ayudarlo a clasificarse para la Copa Libertadores de 2005. Después veré qué hago, si continúo aquí o voy a otro equipo para jugar mi último año", ha dicho Romario en una rueda de prensa en Río de Janeiro. El máximo artillero de Brasil en activo, con 907 goles según sus cuentas, dice que le hubiera gustado jugar un Mundial más y otros Juegos Olímpicos antes de su retirada, pero garantiza que en el balance final "los mejores momentos son los inolvidables". "No guardo resentimiento contra nadie", ha dicho en referencia a la decisión de Mario Jorge Lobo Zagallo y Zico de separarlo del equipo que se alistaba para el Mundial de Francia'98, o al rechazo de Luiz Felipe Scolari a incluirlo en la lista de 23 convocados que a la postre se hicieron con la edición de 2002, en Corea del Sur y Japón.
"Después de Pelé, soy el jugador más importante de todos los tiempos en Brasil", dice Romario tras admitir que esta afirmación hará que le "caigan palos de todos lados". Matiza que Ronaldo, delantero del Real Madrid, "tiene su sitio a parte en la historia del fútbol brasileño" y de Ronaldinho, del Barcelona, que "puede ser este año el mejor jugador del mundo". "Ronaldo es Ronaldo y Romario es Romario", ha dicho al responder a una pregunta comparativa.
Advirtió que Vagner Love, ex jugador del Palmeiras, y Luis Fabiano, figura que el Sao Paulo transfirió recientemente al Oporto portugués, atesoran unas cualidades técnicas de goleador envidiables. "Pero como Romario, o parecido a mí, no hay nadie", reitera. El ex jugador del Barcelona y Valencia, el PSV Eindhoven holandés y del Al Saad qatarí dice que su mejor socio en la delantera de la selección brasileña fue Bebeto. También ha tenido palabras de elogio hacia la sociedad goleadora que formó en el Barcelona con el búlgaro Hristo Stoichkov y el danés Michael Laudrup, así como la fugaz alianza que integró en el Valencia con los argentinos Claudio López y Ariel Ortega.
Dic no arrepentirse de ninguna polémica que causó durante su carrera con sus explosivas declaraciones, aunque admite que, desde que debutó con el Vasco da Gama, en 1985, dijo "muchas bobadas". "Creo que hice todo lo que debía y dije todo lo que siento. De nada me arrepiento y por ello duermo tranquilo. Me gané un puesto en la selección por mis propios méritos, jugué partidos a 19 grados bajo cero y otros por encima de los 42 grados, así que todo lo que conseguí fue con esfuerzo, capacidad y trabajo", puntualiza.
Romario manifestaba que buscará "una forma digna de parar", al aludir a su ausencia de la línea titular del Fluminense por disposición del técnico Gama. "El entrenador debe ver lo que es mejor para el equipo. El (Gama) tiene personalidad, respeto eso y no veo ningún problema en jugar ahora", argumenta. Pese a ello, sostuvo que no aceptará sentarse en el banquillo de los reservas, por todo lo que ha representado en el fútbol.
La selección de 1994 que se reunirá para despedir a Romario tendrá contra México a toda la alineación titular, dirigida por el seleccionador Carlos Alberto Parreira. Romario ha recibido la confirmación del portero Taffarel, los defensas Jorginho, Aldair, Marcio Santos, Ricardo Rocha y Branco, los centrocampistas Dunga, Mazinho, Zinho y Raí, así como el delantero Bebeto, y otros invitados especiales que le acompañaron en los primeros años de su carrera deportiva.