L D (EFE) El TAS ha considerado que no hay razones para modificar el podio de Atenas, que ocuparon, por este orden, Paul Hamm (57,823 puntos), y los surcoreanos Dae Eun Kim (57,811) y Tae-Young Yang (57,774). Esta clasificación fue recurrida ante la Federación Internacional y luego ante el TAS por Tae-Young Yang, a quien se le restó por error una décima en la nota de partida de su ejercicio de barras paralelas. Con esa décima hubiera ganado la medalla de oro.
El TAS estima que la apelación ha llegado demasiado tarde y que un error identificado con posterioridad, "admitido o no" por un juez, no puede ser "la base para revertir el resultado de una competición". La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) reconoció en Atenas que tres jueces, entre ellos un español, habían cometido un error al adjudicar la nota de partida y les sancionó, pero se negó a cambiar los resultados. Primero dijo que sus estatutos se lo impedían y luego añadió que la reclamación surcoreana había llegado fuera de plazo, con las medallas ya entregadas.
La FIG llegó a pedir a Hamm que devolviese voluntariamente el oro, a lo que éste se negó, si bien dijo que admitiría cualquier fallo de la justicia deportiva. La Federación anuló después los nuevos códigos de puntuación que iban a entrar en vigor en 2005 y prometió tomar medidas para que los errores de Atenas no se repitan en el futuro.
El TAS estima que la apelación ha llegado demasiado tarde y que un error identificado con posterioridad, "admitido o no" por un juez, no puede ser "la base para revertir el resultado de una competición". La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) reconoció en Atenas que tres jueces, entre ellos un español, habían cometido un error al adjudicar la nota de partida y les sancionó, pero se negó a cambiar los resultados. Primero dijo que sus estatutos se lo impedían y luego añadió que la reclamación surcoreana había llegado fuera de plazo, con las medallas ya entregadas.
La FIG llegó a pedir a Hamm que devolviese voluntariamente el oro, a lo que éste se negó, si bien dijo que admitiría cualquier fallo de la justicia deportiva. La Federación anuló después los nuevos códigos de puntuación que iban a entrar en vigor en 2005 y prometió tomar medidas para que los errores de Atenas no se repitan en el futuro.