L D (EFE) Tres equipos españoles principian este martes su andadura en la copa europea de baloncesto ULEB. El Gran Canaria se medirá ante el conjunto croata KK Zadar, al que consiguió vencer en la isla en el certamen del año pasado. Los pupilos de Pedro Martínez están llenos de moral por su buen rendimiento en la Liga ACB, en la que son quintos clasificados y donde atesoran cinco victorias en ocho jornadas, las tres últimas consecutivas.
Como en la pasada temporada, el Gran Canaria buscará su presencia en la segunda fase de la ULEB, objetivo que sólo está reservado a los dos primeros clasificados de cada grupo. Pedro Martínez dispondrá de toda su plantilla para ganar a un rival con gran dominio técnico y efectividad en el tiro, algo que pondrá a prueba a una de las mejores defensas españolas.
El Pamesa Valencia debuta contra el Hapoel de Jerusalén
Por su parte, el Pamesa Valencia recibe en su debut en la Copa ULEB al Hapoel Jerusalén en un encuentro en el que, además de comenzar con buen pie su trayectoria europea, el equipo valenciano busca resarcirse de las dos derrotas consecutivas que arrastra en la Liga ACB.
El equipo que dirige Pablo Laso sólo tendrá las bajas del serbio Dejan Tomasevic y el francés Antoine Rigaudeau después de que el base argentino Montecchia reapareciera este sábado tras un mes de rehabilitación. El equipo israelí, campeón de la pasada edición tras ganar en la final al Real Madrid, es uno de los equipos más fuertes del grupo del Pamesa.
El DKV Juventut se enfrenta al Bamberg, segundo de la liga alemana
El DKV Juventut comenzará la Copa ULEB recibiendo al Bamberg, el segundo clasificado de la liga alemana. A pesar de no ser un equipo muy conocido, el Bamberg ha estado en las dos últimas temporadas en la final de la liga alemana, por lo que se antoja que no será un fácil adversario para el Joventut, que debe ganar en casa para pasar a la siguiente fase.
El Joventut entra ahora en una fase complicada de la temporada. A la irregularidad mostrada en la ACB (con 4 victorias y 4 derrotas), se une el inicio de la competición europea, que si bien no es excesivamente dura en el aspecto competitivo hasta que se llega a los cruces, sí obligará al equipo español a viajar a Austria, Turquía, Eslovenia, Alemania y Grecia, jugar dos partidos por semana y romper el ritmo de los entrenamientos.