L D (EFE) El partido, que sufrió un aplazamiento de tres horas por lluvia y se tuvo que disputar sólo al mejor de tres sets, fue un nuevo paseo para Federer, de 23 años, que volvió a irse de Houston invicto por segundo año consecutivo con un premio de 1.520.000 dólares y 150 puntos para la Carrera de Campeones de la ATP, en la que quedó primero con 1.267 puntos. El número uno del mundo también se llevó un coche deportivo último modelo de la marca Mercedes Benz.
Federer logró su undécimo titulo individual del año, incluidos tres de Grand Slam -Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos- para una marca de 74-6 y un porcentaje ganador del 92,5, primera vez que un tenista superaba el noventa por ciento desde 1989 cuando lo hizo Ivan Lendl (91,9). "Me siento muy feliz de haber vuelto a Houston y revalidar el título de campeón en un año tan especial como ha sido el 2004 para mí", declaró Federer. "Al margen de la lluvia he disfrutado de un gran torneo, una gran organización y unos aficionados fantásticos".
Antes de recibir el trofeo de campeón, Federer había vuelto a jugar su mejor tenis, sin hacerle ningún tipo de concesiones a Hewiit, que intentó aguantar el ritmo de peloteo del número uno del mundo, pero al final le fue imposible y en sólo en minutos se aseguró un partido que por culpa de la lluvia fue reducido al mejor de tres sets en lugar de los cinco que son los reglamentarios.
Pero el ambiente climatológico en Houston no estaba para hacer concesiones a los organizadores, que vieron como llovió durante todo el día y fue imposible comenzar la final a las 3:30 de la tarde para tener que esperar hasta las 6:30. Cuando sólo se habían jugado 30 minutos del primer set, la lluvia, que sólo no hizo acto de presencia en el torneo las jornadas del jueves y el viernes, comenzó a caer sobre la pista central Westside Tennis de Houston para que tuviese que ser aplazado de nuevo el partido por una hora y 15 minutos.
Sin embargo, Federer en sólo 30 minutos ya había hecho su trabajo perfecto de golpes precisos de revés y derecha desde el fondo de la pista y un saque demoledor para irse al vestuarios con la ventaja de 5-2 y 30-40 para el saque de Hewitt en el octavo juego. Federer salió arrollador al partido, mentalizado que no quería que la lluvia le quitase más tiempo de ser de nuevo campeón de la Copa Masters y le rompió el servicio en el segundo juego para un 3-0 que iba a ser definitivo. El número uno del mundo logró 64 por ciento de acierto con el primer saque, metió siete saques directos, 17 golpes ganadores y 10 errores sin forzar. Hewitt se quedó con un 43 por ciento, cinco golpes ganadores y cinco errores sin forzar.
El segundo set fue todo un paseo para Federer, que le dedicó un minuto más para conseguir ganarlo después de romperle dos veces el saque a Hewitt, en el quinto y séptimo juego y dar por finalizado el partido en sólo una hora y siete minutos. Federer no falló en los pronósticos y fue muy superior a todos los rivales para confirmar que el año del 2004 pasará a la historia por sus hazañas deportivos dentro del tenis mundial, que trasladará el torneo de la Copa Masters a Sanghai, donde se disputará el próximo año después de haberlo hecho dos veces en Houston.