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Bush cumple su promesa de eliminar cualquier tipo de impuesto que grave el acceso a Internet

Tal y como había prometido durante su campaña electoral, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha renovado la prohibición de imponer tasas de acceso a Internet. La decisión ha sido recibida con alabanzas por parte de legisladores, empresas tecnológicas y grupos comerciales, quienes consideran que la medida supone un paso determinante para fomentar las conexiones a Internet de alta velocidad.

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L D (Agencias) Bush subrayó repetidamente durante la pasada campaña electoral que la necesidad de mantener la prohibición de cualquier impuesto por acceder a la Red es una cuestión crucial para universalizar la banda ancha antes de 2007. Esta prohibición, en vigor desde 1998, expiró hace mas de un año, cuando los legisladores del congreso no se pusieron de acuerdo sobre si hacer permanente la medida o simplemente extenderla durante tres años, informa Reuters.
 
Sus partidarios advertían de que el uso de Internet podría verse afectado si los estados favorables al impuesto imponían nuevas cargas en los meses en que los proveedores de Internet facturan a sus clientes. No obstante, algunos senadores señalaron que la prohibición requeriría que los estados incrementasen los impuestos en otras áreas para compensar los millones de dólares que están perdiendo en el servicio telefónico y otras actividades sujetas a impuestos que pasan por Internet.
 
Ningún estado o gobierno local impuso nuevos impuestos relacionados con Internet a lo largo del año en que la prohibición quedó sin efecto. El Congreso aprobó el pasado mes un compromiso que ampliaba la prohibición hasta 2007 y extendía la cobertura al servicio de banda ancha. Existen impuestos de banda ancha que serán gradualmente reducidos.
 
Estrechar la brecha digital
 
“Es un importante paso adelante para tender un puente en la dividida economía digital”, explicó el senador George Allen, republicano de Virginia y promotor de la prohibición que asistió a la ceremonia por la firma en la Casa Blanca. “Esta medida ayudará seguramente a aquellos con menos ingresos y a quien resida en pequeños pueblos y áreas rurales que no pueden conseguir fácilmente la conexión a la banda ancha”, agregó.
 
Los accesos de banda ancha tienen un precio que oscila entre los 22 y 37 euros mensuales, una cifra sensiblemente superior a los 7,49 euros mensuales que deben desembolsarse por un acceso normal. Casi el 25 por ciento de los adultos estadounidenses han accedido a la banda ancha, con una subida del 14 por ciento en 2002, según la organización sin ánimo de lucro 'Internet y Proyecto de vida estadounidense". En conjunto, el uso de Internet desde el mismo periodo ha rondado el 60 por ciento.

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