L D (EFE) Los atentados más sangrientos han tenido lugar en la zona de Al Kashifin, en las afueras de Tikrit, unos 200 kilómetros al norte de la capital, donde terroristas armados con fusiles Kalashnikov y lanzagranadas RBG atacaron una comisaría y un puesto de policía.
Según el Ministerio de Defensa iraquí, 19 policías y efectivos de la Guardia Nacional murieron en esos ataques, llevados a cabo de forma simultánea, y en los que otros ocho agentes fueron heridos. Cinco policías murieron en un atentado similar contra una comisaria de la localidad de Ishaqi, 80 kilómetros al norte de Bagdad.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad iraquíes han llevado a cabo este martes varias redadas en el barrio bagdadí de Al Adhamiya, donde han detenido a 25 terroristas y han confiscado armas y artefactos explosivos.
Esa operación policial comenzaba después de que el comandante general de la Guardia Nacional, el general Mazhar Maula, saliera ileso de un ataque con coche bomba en Bagdad, en el que murió un ciudadano iraquí. La explosión, que causó heridas a ocho personas, se produjo a las 08,30 (6,30 en España) en la zona de Al Silej, en el norte de la capital, y tuvo como blanco el convoy en que viajaba el general.
Otro coche bomba hacía explosión en Baquba, 60 kilómetros al noreste de Bagdad, causando la muerte de dos guardias nacionales y heridas a otros 18, según la cadena de televisión Al Iraquiya. Otro atentado con coche bomba ocasionó heridas a 10 personas en Samarra.