LD (EFE) "Hoy hablar del destino de Yukos no tiene sentido porque, a juzgar por todo, difícilmente será posible salvar la compañía", indica Jodorkovski, quien se encuentra en prisión preventiva desde octubre de 2003 y afronta un juicio por fraude y evasión fiscal. Ahora, añade, es más importante ver "qué lecciones sacarán el país y la sociedad del “caso Yukos”, cuyo acuerdo final (la subasta de Yuganskneftegaz) ha sido el suceso más irracional y devastador para la economía de Rusia durante la gestión del presidente Vladímir Putin".
Según explica Jodorkovski en su artículo, titulado "Propiedad y libertad", "los métodos represivos en política y el reparto de la propiedad con el uso de la fuerza en bien de determinado grupos son incompatibles con la tarea de construir una economía moderna". En este sentido, el magnate ruso destaca que en el "caso Yukos" el Estado se convirtió en "rehén de los intereses de personas concretas dotadas de poderes de la administración pública" y advierte que existe la amenaza de que el Estado se convierta en una máquina al servicio de los objetivos de determinadas personas.
Además, el empresario ruso lamenta la destrucción de Yukos, que en su opinión supone un duro revés para los 150.000 trabajadores de la compañía y sus familiares, y también para los 30 millones de rusos que viven en las ciudades y poblados que dependen del funcionamiento normal del consorcio petrolero.