L D (Europa Press) "Si ciertos países están regularizando ilegales ellos no pueden hacerlo mirando solo su propia situación. Debería haber algún tipo de armonización desde el principio porque esta decisión puede afectar a otros países", manifestó en rueda en prensa Schily. "Debemos trabajar juntos", insistió.
El ministro alemán, que le trasladó al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, su preocupación al comienzo de la reunión, opinó que las cuestiones de migración legal, "deben quedar en manos de las competencias nacionales", pero "haría falta ocuparse de una armonización si hay países que como España hacen legalizaciones de inmigrantes en un gran marco”. "Eso no quiere decir, sin embargo, que la legislación sea mala en este caso español específico", matizó. Por su parte, la ministra de Inmigración holandesa, que coincidió con la opinión del alemán, afirmó: "Tenemos que hablar de las consecuencias que este tipo de medidas tienen para otros países de la UE".
Los ministros de Justicia e Interior se reunieron este sábado de manera informal en Luxemburgo para analizar precisamente su política común de asilo. Dentro de la reunión, Schily subrayó que los extranjeros que serán regularizados en España, podrán después trasladarse libremente por Francia y Alemania. A la nueva regularización podrán acogerse los inmigrantes que se encuentren empadronados en algún municipio español desde antes del 7 de agosto de 2004, ya que la norma exige que los solicitantes residan en España desde seis meses antes de la entrada en vigor del Reglamento y que lo acrediten exclusivamente mediante el empadronamiento. Todos aquellos extranjeros regularizados contarán con una autorización temporal de residencia de un año de validez.
Regularización "inteligente"
Con estos criterios, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, subrayó que se trata de una regularización "inteligente", puesto que garantiza la relación laboral y unas condiciones de vida adecuadas. "Es una regularización que debe ser objeto de reflexión en la medida en la que se van a regularizar en España a aquellos que estén debidamente integrados, que tienen una relación laboral hasta el punto de que el inicio del proceso de regularización es el empresario", subrayó Camacho.
El responsable español subrayó que con las condiciones establecidas, el gobierno va a garantizar "que esa fuerza de trabajo lo haga en condiciones adecuadas evitando cualquier tipo de explotación". "Creo que es inteligente regularizar, teniendo en cuenta que podemos prestar unas condiciones de vida adecuadas a todas aquellas personas y evitar que puedan ser explotadas o dedicarse a actividades que pueden plantear problemas de seguridad", añadió.
El Ejecutivo estima entre 800.000 y un millón de personas la bolsa de inmigrantes irregulares en España, aunque desconoce el número de ellos que finalmente podrán acogerse a este proceso, dado que no todos tienen edad de trabajar y que todos no cumplirán o no podrán acreditar los requisitos exigidos.