L D (EFE) Una prueba, una etapa, que no tuvo mayor historia, aunque resultó muy movida desde el banderazo de salida, ya que había muchos intereses por medio entre los quince equipos participantes, siete de ellos encuadrados en la clasificación elitista de la lista UCI ProTour y muchos conjuntos debutantes en el ciclismo mundial como los españoles Kaiku, Spiuk, Andalucía Paul Versan y Catalunya Angel Mir. Equipos que se han bautizado en la primera carrera mallorquina y que fueron los que no dudaron en asumir el protagonismo en la primera parte de la prueba obligando a trabajar antes de tiempo a los grandes favoritos, entre ellos el español Oscar Freire, ganador de tres campeonatos del mundo y que generalmente suele inaugurar su palmarés en Mallorca.
De las diez vueltas al circuito del paseo marítimo de la capital balear, en esta ocasión no tuvieron desperdicio ninguna de ellas debido al fuerte ritmo que se imprimió desde el comienzo, aunque fue a mitad de la prueba cuando llego la hora de la verdad al romperse el grupo y quedar al frente del mismo una veintena de corredores. Freire, del Rabobank, con su camiseta de campeón del mundo, sacaba a relucir su clase en los metros finales de la primera etapa del Trofeo/Vuelta a Mallorca llevándose los laureles que buscaron de forma especial los componentes del conjunto balear.
El flamante campeón del mundo tras su primer día de competición dijo: "Un comienzo sensacional que me da motivación, ya que me encuentro un tanto flojo debido a unas gripe. Una inyección de moral para intentar repetir victoria en la clásica italiana Milán-San Remo y por supuesto el mundial de Madrid". Este lunes se disputará el segundo gran premio y el escenario será el puerto de Alcúdia, con salida y llegada, tras 163 kilómetros de recorrido por su alrededores y con muchos altillos, pero ninguno de ellos puntuables para la categoría de la montaña.
De las diez vueltas al circuito del paseo marítimo de la capital balear, en esta ocasión no tuvieron desperdicio ninguna de ellas debido al fuerte ritmo que se imprimió desde el comienzo, aunque fue a mitad de la prueba cuando llego la hora de la verdad al romperse el grupo y quedar al frente del mismo una veintena de corredores. Freire, del Rabobank, con su camiseta de campeón del mundo, sacaba a relucir su clase en los metros finales de la primera etapa del Trofeo/Vuelta a Mallorca llevándose los laureles que buscaron de forma especial los componentes del conjunto balear.
El flamante campeón del mundo tras su primer día de competición dijo: "Un comienzo sensacional que me da motivación, ya que me encuentro un tanto flojo debido a unas gripe. Una inyección de moral para intentar repetir victoria en la clásica italiana Milán-San Remo y por supuesto el mundial de Madrid". Este lunes se disputará el segundo gran premio y el escenario será el puerto de Alcúdia, con salida y llegada, tras 163 kilómetros de recorrido por su alrededores y con muchos altillos, pero ninguno de ellos puntuables para la categoría de la montaña.