L D (Agencias) El subsecretario para Ayuda de Emergencia de la ONU, Jan Egeland, informó de que la cantidad representa un 74 por ciento de la cifra total solicitada y que los mayores donantes son el Reino Unido, Alemania y la Comisión Europea (CE).
Precisó que Japón desembolsará en los próximos siete días los 230 millones (173 millones de euros) comprometidos, y Nigeria hará su aportación de un millón de dólares en efectivo (755.743 euros) el próximo fin de semana, mientras que espera que durante este tiempo China doné los cinco millones de dólares anunciados (3,7 millones de euros).
Egeland indicó que los esfuerzos humanitarios siguen progresando, pero que continúa habiendo "graves problemas" en las provincias de Aceh y Sumatra (Indonesia), en donde aún no se ha podido llegar a toda la población afectada. Pese a que dijo que las víctimas mortales sólo en la isla de Sumatra alcanzan los 118.000, esta cifra podría aumentar considerablemente, pues las autoridades locales dicen que están recuperando cada día entre 2.000 y 3.000 cadáveres.
Asimismo, calculó que la mitad de las víctimas mortales son niños, más de lo previsto inicialmente, puesto que cuando vieron el "tsunami" se acercaron a la playa para recoger pescado. Predijo que, dada la situación en Banda Aceh, capital de la provincia de Aceh, será necesario contar con equipos y personal militar ofrecido por los gobiernos más allá del próximo mes de marzo. El Gobierno indonesio ha pedido que las tropas extranjeras, que realizan funciones de escolta a los trabajadores humanitarios y en la ayuda de acceso a áreas remotas, abandonen el país en marzo, cuando se cumplan tres meses del desastre.
Egeland manifestó que la seguridad en países como Sri Lanka, Indonesia y Somalia, que viven conflictos internos, no está afectando la distribución de ayuda humanitaria, pese a que se han registrado algunos incidentes, especialmente en el área separatista de Aceh. Declaró que "no tenemos restricciones en nuestro trabajo por razones políticas y esperamos de que no las haya". Agregó que a los trabajadores humanitarios no les gustan las escoltas militares, pero que, en caso de peligro, no tienen más remedio que pedir su custodia.
Aunque el reparto de la ayuda humanitaria sigue sin dificultades en algunos países como Sri Lanka, indicó que existe un creciente sentimiento de "frustración" entre la población que quiere regresar a una vivienda permanente y a su anterior modo de subsistencia. En Sri Lanka hay casi un millón de desplazados, refugiados en las escuelas, que no pueden funcionar como tales hasta que estas personas consigan un lugar donde habitar.
El terremoto ha afectado a una docena de países de Asia y Africa, y ha dejado, al menos, 157.000 muertos y cerca de cinco millones de damnificados, según cifras de la ONU. Egeland indicó que existen todavía 270.000 desaparecidos, pero cree que la cifra es demasiado alta y que muchas de estas personas serán encontradas vivas en próximos días.