L D (EFE) Las tres grandes grúas instaladas junto al rascacielos siniestrado tenían que haber iniciado este lunes las obras de demolición del edificio pero el fuerte viento registrado en Madrid ha obligado a paralizar los trabajos, según explicó en Telemadrid la coordinadora general de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz Lobón. Lo que sí ha continuado durante las últimas horas son los trabajos complementarios relacionados con la seguridad del inmueble. Según el plan de actuación del Ayuntamiento de Madrid, tras las operaciones preliminares se llevará a cabo el desmontaje de elementos y restos de estructura con objeto de preservar la seguridad de los operarios para lo cual se accederá desde una cabina tipo jaula suspendida de la grúa y se emplearán sopletes y lanzas térmicas.
Después de este paso se desmontará la grúa-torre que corona el rascacielos y se pasará al inicio de la demolición propiamente dicha, en la que intervendrán cuatro grúas exteriores y dos cabinas-jaula de operarios.
Mientras los trabajos de desmontaje del Windsor recuperan el ritmo previsto se empiezan a hacer cuentas sobre el siniestro. Las indemnizaciones que se solicitarán en los pleitos por la responsabilidad civil en el incendio del rascacielos podrían superar los 100 millones de euros, según los datos aportados por expertos del sector asegurador consultados por Efe. Estos expertos consideran casi seguro que los 10 millones de euros que cubre el seguro de responsabilidad civil contratado por los propietarios del edificio -Asón Inmobiliaria- se quedarán muy cortos para cubrir las reclamaciones que se prevén.
No obstante, los expertos indicaron que las demandas no tendrán como único objetivo a los propietarios del inmueble y aventuraron que se producirán numerosas reclamaciones cruzadas en este caso, ya que el incendio ha afectado a grandes establecimientos próximos, como El Corte Inglés, al pequeño comercio de la zona y, sobre todo, a las propias empresas ubicadas en el Windsor.
Después de este paso se desmontará la grúa-torre que corona el rascacielos y se pasará al inicio de la demolición propiamente dicha, en la que intervendrán cuatro grúas exteriores y dos cabinas-jaula de operarios.
Mientras los trabajos de desmontaje del Windsor recuperan el ritmo previsto se empiezan a hacer cuentas sobre el siniestro. Las indemnizaciones que se solicitarán en los pleitos por la responsabilidad civil en el incendio del rascacielos podrían superar los 100 millones de euros, según los datos aportados por expertos del sector asegurador consultados por Efe. Estos expertos consideran casi seguro que los 10 millones de euros que cubre el seguro de responsabilidad civil contratado por los propietarios del edificio -Asón Inmobiliaria- se quedarán muy cortos para cubrir las reclamaciones que se prevén.
No obstante, los expertos indicaron que las demandas no tendrán como único objetivo a los propietarios del inmueble y aventuraron que se producirán numerosas reclamaciones cruzadas en este caso, ya que el incendio ha afectado a grandes establecimientos próximos, como El Corte Inglés, al pequeño comercio de la zona y, sobre todo, a las propias empresas ubicadas en el Windsor.
El caso cambia de juez
Las novedades en el ámbito judicial son el cambio, a partir de este miércoles, del juez que se encarga de investigar las causas del incendio ya que la juez que llevaba la instrucción estaba de sustituta y el magistrado que le va a reemplazar, Mariano Ascandoni Lobato, ha obtenido en concurso de traslado la citada plaza del Juzgado de instrucción número 28 de Madrid. La inmobiliaria Asón, propietaria del Windsor, presentó el pasado viernes ante este juzgado una solicitud para que sus técnicos puedan acceder de nuevo al edificio y completar con ello la inspección realizada el jueves 24 en compañía de la policía judicial.
Según informaron fuentes de Asón Inmobiliaria, la empresa está a la espera de conocer si se les autoriza o no a entrar de nuevo al edificio para ampliar la visita de la semana pasada. También esperan ir conociendo los datos procedentes del volcado de los ordenadores del inmueble que lleva a cabo la Policía Científica.
Por su parte, la empresa de seguridad Prosegur aclaró este martes que los vigilantes que prestaban servicio en el edificio Windsor "tenían la capacitación teórica y práctica para las funciones que desempeñaban" y, en el caso de uno de ellos, la habilitación del Ministerio del Interior "no era exigible" en su puesto. Las dos personas con habilitación del ministerio como vigilantes de seguridad "fueron los que comprobaron que la alarma de incendio que sonó era real y los que dieron la orden de evacuación y de aviso a los bomberos", puntualizó la empresa en un comunicado. En cuanto a las otras dos personas, una se encontraba en el centro de control y, "de acuerdo con la Resolución de la Unidad Central de Seguridad Privada, de 28 de enero de 2002, no le es exigible la habilitación del Ministerio del Interior como vigilante de seguridad", añadió Prosegur.