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El Protocolo contra el Racismo une a todo el fútbol español contra este problema

El mundo del fútbol español representado por la Federación (RFEF), los clubes profesionales (LFP), los jugadores (AFE), los técnicos, los árbitros y las aficiones se han comprometido este viernes junto al Consejo Superior de Deportes (CSD) a acabar con el racismo mediante la firma de un protocolo que incluye 31 medidas. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, flanqueado por los presidentes de la RFEF, Angel María Villar, y de la LFP, José Luis Astiazarán -en funciones-, presidió la firma del texto en un acto al que asistieron 19 clubes, jugadores y representantes de los ministerios de Interior y Trabajo y Asuntos Sociales, además de asociaciones contra el racismo y de aficionados.

El mundo del fútbol español representado por la Federación (RFEF), los clubes profesionales (LFP), los jugadores (AFE), los técnicos, los árbitros y las aficiones se han comprometido este viernes junto al Consejo Superior de Deportes (CSD) a acabar con el racismo mediante la firma de un protocolo que incluye 31 medidas. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, flanqueado por los presidentes de la RFEF, Angel María Villar, y de la LFP, José Luis Astiazarán -en funciones-, presidió la firma del texto en un acto al que asistieron 19 clubes, jugadores y representantes de los ministerios de Interior y Trabajo y Asuntos Sociales, además de asociaciones contra el racismo y de aficionados.
L D (EFE) Florentino Pérez y Joan Laporta, presidentes de Real Madrid y Barcelona, respectivamente, coincidieron en la sede del CSD donde Lissavetzky ha relatado que el documento contempla medidas de prevención y protección de la integridad física y moral de las víctimas de actos racistas; de localización y control de participantes en estas acciones y de represión y sanción para los autores e inductores. "El fútbol y el deporte en general es quizá el instrumento más útil para acabar con cualquier discriminación. Hoy es un día importante en el que queremos decir un no rotundo del fútbol, la administración y otras asociaciones al racismo y convertir este deporte en un altavoz de integración", afirmaba Lissavetzky durante el acto.

El secretario de Estado, que ha recordado la aceptación de este Protocolo por los grupos parlamentarios del país, indicaba que también pretende que "todos los que participen en acciones racistas o que puedan inducir a ellas sepan que tienen que pagar ante la sociedad por esa serie de actuaciones". Sin descartar posibles modificaciones legislativas en el aspecto sancionador, el texto incluye el compromiso "de las autoridades públicas a velar porque los órganos disciplinarios de la Federación y la Liga apliquen de forma inflexible la normativa que califica como infracciones muy graves los actos racistas, xenófobos e intolerantes, en el marco de la Ley del Deporte".

En el capítulo preventivo, además de campañas de difusión, se elaborarán una guía y un plan de actuaciones contra el racismo y los clubes lanzarán mensajes reprobatorios de estas conductas a través de la megafonía de los estadios, de donde se podrá expulsar a los autores de este tipo de comportamiento. Las actas arbitrales de los partidos reflejarán cualquier incidente que se produzca en este sentido y los colegiados estarán facultados para suspender un partido cuando "las ofensas revistan suma gravedad, una vez agotadas las vías que permiten proseguir su celebración".

El CSD y la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración "se comprometen a modificar la reglamentación para permitir la participación de deportistas extranjeros aficionados que residan en España en las mismas condiciones que los nacionales", además de hacer un seguimiento del impacto de esta medida. La regularización asociativa de las hinchadas para facilitar la identificación de los grupos ultras y la conexión de éstos con colectivos nazis es otro de los empeños del Protocolo, por el que los clubes adoptarán medidas disciplinarias internas frente a sus asociados que se vean implicados en incidentes racistas.

Para identificar a los responsables de acciones xenófobas se "optimizarán los sistemas de vídeo vigilancia" y la RFEF y la Liga cambiarán su normativa para permitir "atenuar o eximir de responsabilidad a los clubes cuando la colaboración del público asistente sea determinante para localizar a los autores" de los hechos. El Observatorio del Racismo y la Violencia en el Deporte será el órgano encargado de velar por el cumplimiento de este Protocolo y su presidente, el profesor de sociología Javier Durán mantendrá el próximo lunes una primera reunión con el director general de Deportes y presidente de la Comisión Antiviolencia, Rafael Blanco, para concretar la puesta en marcha de algunos de sus puntos.

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