L D (EFE) Su dominio ante Hewitt, ex número uno del mundo, ganador en Indian Wells en 2002 y 2003, ha quedado claro de nuevo, y ya lleva Federer Express seis duelos consecutivos con victoria ante el de Adelaida, desde su derrota en el Abierto de Australia de 2004, y un balance de 9-7. Toda la garra que Hewitt mostró en el duro partido de semifinales contra Andy Roddick, donde aguantó los 25 saques directos del de Nebraska, se vino abajo ante la magia y el poderío de los golpes del suizo, que en el primer set convirtió el 100 por cien de los puntos con el primer servicio.
Hewitt intentó llevar al helvético al juego largo, desde el fondo de la pista, y buscar la inspiración con la que derrotó a Federer en la eliminatoria de Copa Davis en el 2003, pero fracasó en su intento. El europeo, pleno de inspiración y ayudado también por la suerte en algunos golpes inverosímiles, de espaldas a la red, destrozó cualquier estrategia e hizo enmudecer a Hewitt, cuyo habitual grito de ánimo "c'mon" apenas pudo escucharse en la pista central de Indian Wells. Incluso acabó con el australiano de forma brutal, con su 14 saque directo.
El de Adelaida tuvo su ocasión en los comienzos del tercer set, cuando dispuso de dos puntos de ruptura para iniciar este parcial con ventaja pero Federer los abortó. A partir de ahí, las aspiraciones de Hewitt se diluyeron, y además comenzó a notar los estragos de su esfuerzo contra Roddick en semifinales (7-6, 6-7 y 7-6). No obstante, Hewitt logró lo que parecía imposible, romper el servicio de Federer, en el sexto juego del tercer set. Algo tarde, porque el suizo ya llevaba una ventaja de 4-2. El australiano incluso se acercó 4-3, y dispuso de un punto para igualar 4-4, pero Roger lo impidió también. Más fresco de su paso por las semifinales, donde destrozó al argentino Guillermo Cañas por 6-3 y 6-1, Federer no concedió más oportunidades y sentenció su victoria a lo grande, y en la primera ocasión.
Con esta victoria Federer extiende su racha de triunfos en finales a 17, desde octubre del 2003, y mantiene una extraordinaria marca este año con 26 victorias y solo una derrota, la que encajó en la final del Abierto de Australia contra el ruso Marat Safin. Es sin duda el gran favorito para el próximo Masters Series, el de Cayo Vizcaíno, que comienza en la otra costa americana el próximo miércoles.