LD (EFE) El periódico estadounidense The New York Times informa en su última edición de que la firma consultora suiza "Mannet" elaboró un informe, por encargo subsecretario de Asuntos Políticos de la ONU, Kieran Prendergast, sobre el funcionamiento de la División de Asistencia Electoral.
El texto de la división encabezada por la uruguaya Carina Perelli, califica de "abusivo y despreciativo" el modo de gestionar la división electoral de las Naciones Unidas y apunta que "el ambiente de trabajo en la división es considerado ofensivo por muchos de los empleados y han provocado un malestar emocional".
En una conferencia de prensa, el portavoz de la ONU, Fred Eckhard, indicó que ha sido "desafortunada" la filtración a la prensa de este informe, pero admitió que "identifica problemas en la gestión de la división electoral que deben ser abordados". Añadió que el encargo de este informe a la firma consultora se decidió en 2003 después de que los responsables de las distintas divisiones del departamento de Asuntos Políticos se reunieran para evaluar el trabajo.
Los entrevistados para la elaboración del informe describieron a la División de Asistencia Electoral de la ONU como "una familia enfermiza". En el dossier, se recomienda una revisión "más exhaustiva y de carácter inmediato" por parte de las autoridades competentes para que investiguen las denuncias de abusos, acoso sexual y de malversación de fondos en esta división.
El informe recoge las denuncias y comentarios hechos por 29 empleados que trabajan o han trabajado en la división electoral durante una serie de entrevistas llevadas a cabo durante el presente año. Una de las personas más criticadas en el informe es Perelli, quien en los últimos años ha tenido un papel de liderazgo en la promoción de elecciones en países como Afganistán, Timor Oriental, Liberia y Haití. Por ejemplo, denuncia que la uruguaya tenía una cultura "abusiva y despreciativa" y que las secretarias y funcionarios políticos "constantemente hacían recados para ella y para los empleados de su círculo más cercano".
El informe sale a la luz cuando la ONU intentando recuperar su credibilidad, tras una serie de escándalos relacionados con el programa humanitario Petróleo por Alimentos en Irak, los abusos sexuales en las misiones de paz y las acusaciones de acoso sexual formuladas contra algunos de sus altos funcionarios.