L D (Agencias) Los vigilantes comparecieron ante el Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, que cuenta ya con la relación de entradas y salidas del edificio entre otros informes. Tras cuatro horas de declaraciones, varios abogados explicaron a los periodistas a su salida de los juzgados que no se puede revelar el contenido de estas declaraciones testificales ya que el juez decretó el secreto del sumario. Entre las diligencias autorizadas por el juez ya realizadas se encuentra la entrada en el edificio de los peritos designados por la empresa propietaria del inmueble y por las aseguradoras.
Además, la Policía ha venido realizando para aportarlos al Juzgado otros informes sobre la inspección del edificio, el volcado de los ordenadores y los de las cámaras de seguridad. Según un comunicado emitido dos días después del incendio por la empresa de seguridad Prosegur, los vigilantes que se encontraban trabajando en el edificio la noche del incendio "actuaron con absoluta diligencia" y uno de ellos "llamó a los bomberos en el mismo momento en que se detectó el fuego".
Añadía que al mismo tiempo que uno de los vigilantes comunicaba con los bomberos "y antes de la llegada del primer equipo", los demás vigilantes intentaron sofocar el fuego "con los extintores disponibles, a pesar de la gran humareda negra que ya invadía el despacho donde, presuntamente y a falta de resultados de las investigaciones, se inició el incendio".
"Los vigilantes de Prosegur avisaron a los bomberos, dieron orden de evacuación del edificio, revisaron todas las plantas para comprobar que no quedaba nadie y asistieron a los bomberos en las primeras actuaciones, facilitando los planos del edificio y acompañando a los equipos al lugar del siniestro", aseguró la compañía.
Por todo ello, concluyó que "los vigilantes de la compañía de seguridad Prosegur presentes en el edificio Windsor la noche del 12 de febrero actuaron con absoluta diligencia e, incluso, más allá de las obligaciones de su servicio". Asimismo aseguraba que los vigilantes "aplicaron el procedimiento de seguridad de la compañía" previsto para casos de emergencia en el edificio.
Posteriormente, el 1 de marzo Prosegur aclaró que los vigilantes que prestaban servicio en el edificio Windsor "tenían la capacitación teórica y práctica para las funciones que desempeñaban" y, en el caso de uno de ellos, la habilitación del Ministerio del Interior "no era exigible" en su puesto. En un comunicado difundido ese día, Prosegur insistía en que los cuatro profesionales de la empresa que el pasado 12 de febrero estaban de servicio en la torre siniestrada "habían superado la formación teórica y práctica" para su trabajo y que "actuaron de acuerdo con la operativa de servicio prevista para el edificio".
Las dos personas con habilitación del ministerio como vigilantes de seguridad "fueron los que comprobaron que la alarma de incendio que sonó era real y los que dieron la orden de evacuación y de aviso a los bomberos", puntualizó la empresa. En cuanto a las otras dos personas, una se encontraba en el centro de control y, "de acuerdo con la Resolución de la Unidad Central de Seguridad Privada, de 28 de enero de 2002, no le es exigible la habilitación del Ministerio del Interior como vigilante de seguridad", dijo Prosegur.
Además, la Policía ha venido realizando para aportarlos al Juzgado otros informes sobre la inspección del edificio, el volcado de los ordenadores y los de las cámaras de seguridad. Según un comunicado emitido dos días después del incendio por la empresa de seguridad Prosegur, los vigilantes que se encontraban trabajando en el edificio la noche del incendio "actuaron con absoluta diligencia" y uno de ellos "llamó a los bomberos en el mismo momento en que se detectó el fuego".
Añadía que al mismo tiempo que uno de los vigilantes comunicaba con los bomberos "y antes de la llegada del primer equipo", los demás vigilantes intentaron sofocar el fuego "con los extintores disponibles, a pesar de la gran humareda negra que ya invadía el despacho donde, presuntamente y a falta de resultados de las investigaciones, se inició el incendio".
"Los vigilantes de Prosegur avisaron a los bomberos, dieron orden de evacuación del edificio, revisaron todas las plantas para comprobar que no quedaba nadie y asistieron a los bomberos en las primeras actuaciones, facilitando los planos del edificio y acompañando a los equipos al lugar del siniestro", aseguró la compañía.
Por todo ello, concluyó que "los vigilantes de la compañía de seguridad Prosegur presentes en el edificio Windsor la noche del 12 de febrero actuaron con absoluta diligencia e, incluso, más allá de las obligaciones de su servicio". Asimismo aseguraba que los vigilantes "aplicaron el procedimiento de seguridad de la compañía" previsto para casos de emergencia en el edificio.
Posteriormente, el 1 de marzo Prosegur aclaró que los vigilantes que prestaban servicio en el edificio Windsor "tenían la capacitación teórica y práctica para las funciones que desempeñaban" y, en el caso de uno de ellos, la habilitación del Ministerio del Interior "no era exigible" en su puesto. En un comunicado difundido ese día, Prosegur insistía en que los cuatro profesionales de la empresa que el pasado 12 de febrero estaban de servicio en la torre siniestrada "habían superado la formación teórica y práctica" para su trabajo y que "actuaron de acuerdo con la operativa de servicio prevista para el edificio".
Las dos personas con habilitación del ministerio como vigilantes de seguridad "fueron los que comprobaron que la alarma de incendio que sonó era real y los que dieron la orden de evacuación y de aviso a los bomberos", puntualizó la empresa. En cuanto a las otras dos personas, una se encontraba en el centro de control y, "de acuerdo con la Resolución de la Unidad Central de Seguridad Privada, de 28 de enero de 2002, no le es exigible la habilitación del Ministerio del Interior como vigilante de seguridad", dijo Prosegur.