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La Juventus conquista el Scudetto tras el empate del Milán ante el Palermo

El Palermo, que hasta la hora de juego apenas se había mostrado, en tan sólo tres minutos pasó en su visita a Milán de un adverso 1-3 al 3-3 y, con el empate, en partido adelantado de la trigésima séptima jornada, dio matemáticamente el scudetto liguero a la Juventus de Turín, que jugará el domingo en Livorno.

El Palermo, que hasta la hora de juego apenas se había mostrado, en tan sólo tres minutos pasó en su visita a Milán de un adverso 1-3 al 3-3 y, con el empate, en partido adelantado de la trigésima séptima jornada, dio matemáticamente el scudetto liguero a la Juventus de Turín, que jugará el domingo en Livorno.
L D (EFE) El empate del Palermo en Milán fue, desde luego, extraño e imprevisto por cómo transcurría un partido donde el Milán de las "segunda filas" se mostró muy superior e, incluso, brilló más que en las anteriores jornadas jugadas por los teóricos titulares. Y es que llegó con dos goles palermitanos en dos minutos (m.76 y 78), que pusieron el marcador del 3-1 para los milanistas al definitivo 3-3.

Hasta el minuto 76, el partido había sido prácticamente un monólogo del Milán. Y ello con un once inicial en el que no estaban ninguno de los jugadores que se presume alineará el técnico Carlo Ancelotti en la final de la Liga de Campeones de Europa que, el próximo miércoles, dirimirá con el Liverpool inglés, en Estambul.

Es decir, esta noche ante el Palermo no jugaron: Dida; Cafú, Stam, Nesta, Maldini; Gattuso, Pirlo, Seedorf; Kaká; Shevchenko, Filippo Inzaghi. El once que parece ser seguro que inicialmente se medirá al Liverpool.

Pero pensando en Estambul, alineando a los "no habituales" -alguno como el croata Simic se estrenó este año en liga y también jugó de salida en defensa el juvenil Marzoratti-, Ancelotti había acertado. Y es que los que jugaron salieron a "ganarse una opción" para la final continental, una motivación que no habrían tenido los titulares.

Era el caso, por ejemplo, del argentino Hernán Crespo o del brasileño Serginho, quienes lucieron como pocas veces han realizado esta campaña. Además, el Milán se encontró con un Palermo extraño, que está en lucha por una plaza en la próxima Copa de la UEFA pero que pareció ser él quien tenía la mente en otro sitio distinto al "Giuseppe Meazza" milanés.

Así, ya el Milán, ayudado por una ligereza defensiva palermitana poco habitual en esta campaña, sentenció ya a la media hora las cosas en su favor con goles de Serginho (m.8 y 16) -primer doblete liguero italiano del brasileño- y del danés Tomasson (m.32). Poco había importado que, tan sólo cuarenta segundos después del 1-0, un autogol de Alessandro Costacurta, al ceder de cabeza un balón hacía un adelantado meta Abbiati, hubiera traído el 1-1 (m.9).

Incluso antes del descanso, el Milán pudo anotar su cuarto tanto en un disparo de Brocchi que estrelló el balón en un palo. Tras el descanso, pese a jugar con una mayor tranquilidad, pudo llegar el gol milanista con Tomasson y Serginho. Ancelotti dio entrada a Filippo Inzaghi (m.64), para que jugará la última media hora, en el proceso de "puesta a punto" tras el largo periodo que hasta hace dos semanas le tuvo fuera por lesión, e intercambió a sus juveniles.

Pero cuando todo parecía cerrado, y que el Juventus debería esperar al menos dos días para cantar el "alirón", llegó el imprevisto. El colegiado sancionó con penalti un derribo de Abbiati sobre Luca Toni que en verdad no pareció existir, y el mismo delantero palermitano lo convirtió en el 3-2 (m.76). Y, dos minutos después, Simone Barone ubicaba el 3-3. El Juventus era ya campeón, lo que a la postre ha acontecido ya que en el último cuarto de hora apenas aconteció nada, pues el Milán había desaparecido con el duro "golpe moral" encajado y el Palermo se conformó con la igualada.

El Milán viaja a Estambul despidiéndose ya del "scudetto", pero la verdad es que con los suplentes dejó una buena imagen.

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