L D (EFE) El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, indicó que este superávit fue resultado de unos ingresos de 48.822 millones de euros, el 10,9 por ciento más que entre enero y abril del año pasado, y unos pagos por 36.405 millones, el 7,3 por ciento más.
En términos de caja, que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional, el Estado tuvo un superávit hasta abril de 7.139 millones de euros, frente a los 7.579 millones de un año antes.
Según Hacienda, este superávit se deriva, sobre todo, del avance de la recaudación impositiva, con subidas del 14,9 por ciento en el caso de los impuestos directos (hasta 28.360 millones de euros) y del 13,4 por ciento los indirectos (hasta 31.128 millones).
El IRPF reportó 22.249 millones de euros, el 13,1 por ciento más que en los primeros cuatro meses de 2004, gracias a las retenciones del trabajo, y el Impuesto sobre Sociedades recaudó 5.406 millones de euros, el treinta por ciento más, debido a las menores devoluciones. En cuanto a la tributación indirecta, la recaudación del IVA creció el 16,3 por ciento, debido al aumento del IVA de importación y el descenso de las devoluciones en operaciones interiores, efecto que desaparecerá en los próximos meses, según Hacienda.
Los impuestos especiales alcanzaron los 5.758 millones de euros, el 2,3 por ciento más, y dentro de éstos destaca la recaudación del de hidrocarburos (3.281 millones de euros, el 0,6 por ciento más) y del que grava las labores del tabaco (1.774 millones, el 2,4 por ciento más).
Desde el punto de vista de los pagos no financieros, la contabilidad de caja refleja un aumento hasta abril del 14,6 por ciento, al situarse en 42.390 millones de euros. Las operaciones corrientes se elevaron el 15,3 por ciento (hasta 37.364 millones de euros) y, dentro de éstas, destaca el avance de los gastos financieros, del 35 por ciento, por el diferente calendario de vencimiento en los intereses de la deuda.
Las transferencias corrientes crecieron el 13,1 por ciento, debido a la mayor aportación española al presupuesto de la UE y a transferencias a Administraciones Territoriales, mientras los pagos de personal subieron el 5,5 por ciento y los gastos en bienes y servicios cayeron el 9,9 por ciento, tras el descenso de los gastos electorales. En cuanto a las operaciones de capital -que se incrementaron el 9,8 por ciento y supusieron 5.026 millones de euros-, destaca el aumento de las inversiones reales, del 12,7 por ciento, en tanto que las transferencias de capital crecieron el 6,2 por ciento.
El Estado tenía a finales de abril una capacidad de endeudamiento de 416 millones de euros, frente a una necesidad de endeudamiento de 7.018 millones en el mismo periodo del año anterior y Hacienda reseña que, si se descuentan las activas de tesorería, la posición financiera del Estado en lo que de año mejora en 89 millones de euros.