L D (EFE) El Etosa hizo lo más difícil en este quinto y definitivo duelo. Remontó ocho puntos a falta de cinco minutos, pero al final un par de errores y un tiro libre fallado a propósito por Quincy Lewis (71-69) dejó la eliminatoria en Málaga. El enfrentamiento fue tan equilibrado como la serie. Las diferencias nunca fueron superiores a los ocho puntos, para cada lado. Los dos primeros tramos fueron parejos y sólo pequeños detalles pusieron por delante al Etosa (19-23, m.10 y 37-41 m.20).
Tras el intermedio, el Unicaja, que tuvo muchos problemas para anotar por la defensa zonal impuesta por el técnico Trifón Poch, fue poco a poco remontando gracias al coraje, a la casta y al trabajo del base Carlos Cabezas, que anotó un triple en el minuto 24 que puso por delante al cuadro local después de muchos minutos (46-45). Robó un balón, volvió a anotar y de nuevo atinó desde la línea de 6,25, lo que aupó al conjunto malagueño a un marcador que invitaba a soñar con las semifinales (55-47, m.28). El Etosa bajó el ritmo en este período. En ocho minutos sólo fue capaz de anotar seis puntos. Aunque de nuevo volvió a la cargo con Jerry Lewis y Quincy Lewis, que fueron reduciendo el marcador (59-53, m.30).
El último cuarto fue de infarto. El Unicaja siguió con complicaciones para ejecutar sus tiros desde cualquier posición por culpa de la defensa zonal, lo que dejó al conjunto malagueño sin atinar en el aro alicantino. Pero la aparición de nuevo de Cabezas permitió al Unicaja volver a marchar en el marcador (64-56, m.35). Fue entonces cuando el Etosa veía todo perdido y se la jugó. Mantuvo su zona en defensa y encontró el acierto de sus lanzadores. Quincy Lewis puso a su equipo por delante a falta de dos minutos. El pánico se apoderó del Martín Carpena y los nervios afloraron en jugadores expertos.
Pero Sergio Scariolo tiró de Risacher para los momentos determinantes. El francés se la jugó y anotó un gran triple a falta de un minuto para el final (67-65). Después, Fran Vázquez puso otra vez una distancia más considerable con su canasta que invitaba al optimismo. Quincy Lewis devolvió el aliento al partido con un triple que situó a su equipo a un punto a falta de cuarenta segundos (69-68). El Etosa no quería que pasara el tiempo y se dedicó a provocar faltas para que el Unicaja fuera a la línea de tiros libres. Pero en la última calculó mal y Berni Rodríguez lanzó dos veces, acertó y dejó la sentencia a falta de cinco segundos.
Tras el intermedio, el Unicaja, que tuvo muchos problemas para anotar por la defensa zonal impuesta por el técnico Trifón Poch, fue poco a poco remontando gracias al coraje, a la casta y al trabajo del base Carlos Cabezas, que anotó un triple en el minuto 24 que puso por delante al cuadro local después de muchos minutos (46-45). Robó un balón, volvió a anotar y de nuevo atinó desde la línea de 6,25, lo que aupó al conjunto malagueño a un marcador que invitaba a soñar con las semifinales (55-47, m.28). El Etosa bajó el ritmo en este período. En ocho minutos sólo fue capaz de anotar seis puntos. Aunque de nuevo volvió a la cargo con Jerry Lewis y Quincy Lewis, que fueron reduciendo el marcador (59-53, m.30).
El último cuarto fue de infarto. El Unicaja siguió con complicaciones para ejecutar sus tiros desde cualquier posición por culpa de la defensa zonal, lo que dejó al conjunto malagueño sin atinar en el aro alicantino. Pero la aparición de nuevo de Cabezas permitió al Unicaja volver a marchar en el marcador (64-56, m.35). Fue entonces cuando el Etosa veía todo perdido y se la jugó. Mantuvo su zona en defensa y encontró el acierto de sus lanzadores. Quincy Lewis puso a su equipo por delante a falta de dos minutos. El pánico se apoderó del Martín Carpena y los nervios afloraron en jugadores expertos.Pero Sergio Scariolo tiró de Risacher para los momentos determinantes. El francés se la jugó y anotó un gran triple a falta de un minuto para el final (67-65). Después, Fran Vázquez puso otra vez una distancia más considerable con su canasta que invitaba al optimismo. Quincy Lewis devolvió el aliento al partido con un triple que situó a su equipo a un punto a falta de cuarenta segundos (69-68). El Etosa no quería que pasara el tiempo y se dedicó a provocar faltas para que el Unicaja fuera a la línea de tiros libres. Pero en la última calculó mal y Berni Rodríguez lanzó dos veces, acertó y dejó la sentencia a falta de cinco segundos.