LD (EFE) Después de mantener silencio durante varios días ante las violentas manifestaciones que se han venido registrando en las ciudades de La Paz y El Alto, el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, ha pronunciado un discurso en Sucre donde afirmó que cumplirá con su mandato presidencial.
Mesa ha pedido al Congreso que convoque un referéndum autonómico y a una Asamblea Constituyente con el propósito de reformar la Carta Magna, dos de las principales cuestiones a debate en el país. Dijo que "tiene un mandato constitucional que fenece el 6 de agosto de 2007" y que le "obliga" ante los ciudadanos. Añadió que "estoy cumpliendo mi deber y lo haré sin dudar un solo momento hasta el último día de mi mandato. No pasa por mi cabeza la idea de dejar el cargo".
Las manifestaciones desde el lunes en la ciudades occidentales de La Paz y El Alto, que concluyeron con algunos heridos leves y varias detenciones, se celebran por la nacionalización del gas natural y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, en cuyo seno, a su juicio, debe debatirse el régimen autonómico.
El gobernante boliviano accedió al poder el 17 de octubre de 2003 en sustitución de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien dimitió al no poder controlar una ola de protestas que se saldó con sesenta muertos. En su alocución, Mesa defendió precisamente su vocación de paz como mecanismo para asegurar el desarrollo en el país y aseguró que mantendrá la templanza y el diálogo en el manejo del poder para evitar víctimas mortales, como ha hecho en los diecinueve meses de gestión.