L D (EFE) Así lo ha anunciado la Federación Internacional del Automóvil (FIA) este jueves en el circuito de Indianápolis, donde este fin de semana se disputará el Gran Premio de Estados Unidos, la novena prueba del Mundial de Fórmula Uno.
En lo relativo a los motores, que a partir del año que viene deberán ser de una cilindrada de 2,4 litros con 8 cilindros configurados en "V", se permitirá a aquellos equipos que sean incapaces de desarrollarlos poder seguir usando los de 3 litros V10, aunque sólo durante 2006 y 2007. Se crearía una Unidad de Control Electrónico (UCE), que controlaría todos los componentes de los propulsores, con el fin de eliminar ayudas como el control de tracción y que, entre otras cosas, permitiría a la FIA controlar el kilometraje de los entrenamientos privados y rebajar el coste de los mismos a los equipos más modestos.
Las cajas de cambios las fabricaría un suministrador designado por la FIA y los cambios de marcha sólo serán permitidos mediante el uso de un enlace mecánico a la caja operado manualmente, con un embrague de pedal, para restablecer el control del embrague y los cambios de marcha por parte del piloto. También se pretende reducir la carga aerodinámica aproximadamente en un diez por ciento de los niveles actuales, para evitar que este indicativo no sea básico en la mejora de las prestaciones de los bólidos.
Asimismo, la FIA pretende incluir un solo suministrador de neumáticos -en la actualidad hay dos: Michelin y Bridgestone-, con el fin de que este cambio favorezca un mayor margen de seguridad y que la ausencia de probaturas competitivas de neumáticos reduzca costes. Se especificará también la altura mínima del centro de gravedad del chasis y su peso mínimo, para asegurar que el peso esté distribuido a lo largo del mismo. La propuesta, que aún deberá ser aprobada, también incluye cambios en asunto de frenos, telemetría y materiales, con la intención, entre otras, de reducir costes.