LD (Agencias) Para el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha declaro que el Gobierno de Murcia, la sociedad murciana y la opinión pública de toda España empiezan a darle la razón a su comunidad en la guerra del agua.
El socialista Barreda indicó que "todo juega a nuestro favor y por eso no dudo en absoluto de la victoria final" y reconoció que "habrá batallas y escaramuzas antes de que concluya la guerra, sin duda alguna". Dijo estar convencido de que el Gobierno está "nervioso".
El presidente regional añadió que su comunidad no hubiera emprendido la campaña que inició hace apenas unos meses "en el trasvase del otro día las cosas hubiesen sido diferentes" y se hubiese dado a Murcia todo lo que solicitaba "como siempre hicieron a cambio de nada para Castilla-La Mancha". Sin embargo, aceptó que han trasvasado "más de lo que nosotros hubiésemos deseado" pero "mucho menos de lo que solicitaba Murcia" y declaró que esto es sólo "un acto más de toda una serie de acontecimientos que concluirán con el éxito de las pretensiones" de su administración.
Indignante Narbona
En una rueda de prensa celebrada en Murcia, la diputada nacional del PP Elvira Rodríguez calificó de "sorprendentes e indignantes" las declaraciones realizadas el sábado por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en las que afirmaba los regantes de Murcia usarían aguas fecales si no llegaba la del Tajo.
La legisladora se dijo sorprendida de que Narbona hiciera esas puntualizaciones porque "tiene formación y sabe lo que dice, por lo que no se puede permitir afirmaciones que van contra la Región mejor gestionada en materia de agua de toda España". Además, se mostró además indignada porque cada vez que el PSOE da una rueda de prensa sobre agua "se metan con Murcia". Su estrategia, denunció, es decir que en su región hace falta menos agua de la que en el Plan Hidrológico Nacional se estimó como déficit estructural.
Explicó que el PHN que elaboró el PP "era un castillo en el que las piezas cuadraban y en el que la pieza del trasvase del Tajo al Segura encajaba con la pieza del trasvase del Ebro y en el que se recogían las necesidades de todas las cuencas", y afirmó que al mover una pieza se descompone el castillo, el cual anunció que "habrá que recomponerlo cuando se vayan"..