El Brent recuperó la tendencia alcista este viernes tras el retroceso sufrido antes de los atentados terroristas en el transporte público de Londres. En la sesión del jueves, el barril cerró en los 59,25 euros, tras desplomarse hasta los 55,55 dólares en las primeras horas.
La confianza de que el atentado no dañará el crecimiento económico, unida a los temores por los efectos de las tormentas tropicales del Golfo de México, generó una escalada de los precios. El temor mayor radica en "Dennis", el primer huracán de la temporada en el Atlántico norte, que arrastra vientos superiores a los 200 kilómetros y que este viernes azotará la costa sur de Cuba.
Los precios de los combustibles sufrieron un fuerte ascenso debido a los daños que causó en las refinerías del Golfo de México el paso de varios huracanes devastadores, entre ellos "Iván", "Frances" y Jeanne" en apenas 44 días el año pasado.
Los especialistas en huracanes han pronosticado que esta temporada, que comenzó el 1 de junio y finalizará el 30 de noviembre, será más activa de lo normal y que en ella se formarán quince tormentas tropicales. De ellas ocho podrían convertirse en huracanes, cuatro de los cuales podrían ser "mayores", de categoría tres o superior en la escala Saffir-Simpson.
Otro factor que está impulsando los precios de la energía al alza es la constatación por parte de los mercados de que los atentados del jueves en Londres tendrán un efecto muy limitado sobre el crecimiento económico mundial.
Sin embargo, en las primeras horas posteriores a los ataques, el nerviosismo se apoderó de los inversores, lo que hizo que los contratos del petróleo tipo Texas cayeran hasta un mínimo de 57,20 dólares. Esta cifra está muy por debajo del récord registrado a mitad de jornada del pasado miércoles en el nivel de los 61,35 dólares, o del récord de cierre alcanzado ese mismo día en 61,28 dólares