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McEwen vuelve a imponer su ley al esprint para sumar su tercera victoria en el Tour

El australiano Robbie McEwen, del Davitamon Lotto, ha aparecido como por arte de magia en los metros finales para adjudicarse la decimotercera etapa del Tour, disputada sobre un recorrido de 173,5 kilómetros entre Miramas y Montpellier, y sumar el tercer triunfo en su cuenta particular. La jornada ha registrado el abandono del mejor español en la general y líder de los jóvenes, Alejandro Valverde, víctima de una tendinitis en la rodilla izquierda.

El australiano Robbie McEwen, del Davitamon Lotto, ha aparecido como por arte de magia en los metros finales para adjudicarse la decimotercera etapa del Tour, disputada sobre un recorrido de 173,5 kilómetros entre Miramas y Montpellier, y sumar el tercer triunfo en su cuenta particular. La jornada ha registrado el abandono del mejor español en la general y líder de los jóvenes, Alejandro Valverde, víctima de una tendinitis en la rodilla izquierda.

L D (EFE) Mientras el corredor del Illes Balears asimilaba su frustración, McEwen se apuntaba su tercera victoria en el Tour 2005 terminado con una tradición que perduraba desde el comienzo de la era Armstrong, según la cual una etapa de transición entre los Alpes y los Pirineos no terminaba al esprint. Aparecía en el momento justo al frente del pelotón, que anulaba una fuga casi sobre la línea del estadounidense Chris Horner (Saunier) y del francés Chavanel (Cofidis).

En la etapa en la que el Tour miró con pena la despedida de Valverde, el héroe de Courchevel, McEwen alzaba los brazos con un tiempo ganador de tres horas, 43 minutos y 14 segundos, dándose un respiro ante el inminente sufrimiento que le espera en los Pirineos a partir de este sábado. El pelotón bastante tuvo con pasar página bajo el horno del Midi francés, donde los rayos de sol se convirtieron en puro fuego. Y la general, sin alteraciones entre los favoritos, con Armstrong un día más de líder y Botero en la quinta plaza de Valverde. Ahora el primer español es Paco Mancebo (Balears), séptimo a cuatro minutos del gran jefe americano.

Lo que le faltaba al ciclismo español. Valverde, llorando abatido, se bajó de la bicicleta nada más pasar el avituallamiento, en el kilómetro 77. No podía más "y lo mejor era dejarlo", víctima de una tendinitis que se originó en la contrarreloj por equipo y que se complicó en la etapa que le enseñó a Armstrong el dorsal, en la primera etapa alpina con final en alto. Se marcha la joya del pelotón español, a sus 25 años, el hombre que había enamorado en su primer Tour, el maillot blanco del mejor joven y el quinto de la general. Al menos "y viendo la parte positiva", como dijo, ya conoce la carrera, sabe sus posibilidades y el año que viene volverá "con más rabia". Nadie le devolverá el momento dulce que estaba viviendo, pero "el Tour es el Tour".

Cuando Valverde dijo adiós, estaba en marcha una escapada que nació en el kilómetro 17 con cinco corredores: el español Juan Antonio Flecha (Fassa Bortolo), los franceses Da Cruz (Francaise), Voeckler (Bouygues) y Turpin (AG2R) y el estadounidense Horner (Saunier). El más "peligroso" de la fuga era Horner, a quince minutos, por lo tanto, el pelotón se dedicó a guardar fuerzas para los Pirineos y esperar a que espabilaran los equipos de los esprinters. El quinteto alcanzó una ventaja máxima de 8:50 en el 39. A partir de ese momento se puso las pilas el Davitamon Lotto, que no quería dejar escapar una llegada masiva, ni perder de vista el maillot verde para su guepardo australiano. La renta fue disminuyendo a pesar del perfecto entendimiento entre los fugados. A 50 kilómetros de meta, con menos de dos minutos de retraso, ya era cuestión de esperar el momento de la caza.

Este se produjo a 17 kilómetros de meta, cuando Chavanel alcanzó a los escapados y a continuación atacó llevándose consigo a Horner, del grupo inicial. Ambos se lanzaron a por la etapa y lograron llegar con el pelotón pisándoles la rueda a la recta de llegada. Con la emoción a flor de piel el grupo se echó encima como una enorme losa, y del tumulto salió el jersey con la bandera australiana de McEwen, especialista en salir de embrollos de esta naturaleza. El australiano se vistió con el maillot blanco, el de Valverde.

El Tour entrará este sábado en los Pirineos con la disputa de la decimocuarta etapa entre Agde y Les Domaines, de 220,5 kilómetros, con final en alto, donde en 2003 ganó el español Carlos Sastre. La dureza se concentra en los últimos 45 kilómetros con el alto de Pailheres, de categoría especial, y el ascenso definitivo de primera categoría con 8 kilómetros al 8,3 por ciento de desnivel medio.

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