L D (EFE) El ICE -que evalúa trimestralmente las perspectivas de cifra de negocio, contratación, precios, inversión y exportaciones de más de 5.000 empresarios españoles- mejora, sin embargo, respecto al tercer trimestre de 2004, al pasar de 5,3 a 5,8 puntos, lo que indica, según las Cámaras, una posible estabilización de la actividad.
Las Cámaras justifican el descenso de la confianza en el tercer trimestre por el comienzo de la temporada estival y reseñan que el ligero avance en relación al 2004 refleja que la economía mantiene un crecimiento sólido. La mayor parte de los empresarios (el 40,7 por ciento) espera que su cifra de negocio se mantenga estable entre julio y septiembre, mientras que el 33,4 por ciento prevé que aumente y el 25,9 por ciento que disminuya.
En cuanto al empleo, según el estudio, seguirá creciendo, ya que el 9,2 por ciento de las empresas tienen previsto aumentar su plantilla, el 83,7 por ciento dice que la mantendrá y sólo el 7,1 por ciento la reducirá. Los precios de venta se mantendrán estables, dado que el 83,7 por ciento de los empresarios asegura que no los modificará, el 6,8 por ciento los reducirá y el 9,5 planea subirlos. La intención de aumentar los precios de venta es mucho mayor en los sectores de la hostelería y el turismo, pues el 18,5 por ciento de los empresarios dice que los subirá en el tercer trimestre.
Respecto a la inversión, el 73,9 por ciento de las empresas la mantendrá, el 16,9 por ciento prevé aumentarla y el 9,2 por ciento la reducirá, en tanto que las perspectivas de exportación seguirán igual en el 59,9 por ciento de las empresas, aumentarán en el 24,1 por ciento y descenderá en el 16 por ciento de los casos. En cuanto a los factores que limitan la actividad empresarial, según el informe, la competencia es el principal, sobre todo entre las empresas más grandes, de cincuenta o más empleados, con mayor orientación exportadora.
Para las empresas de diez a 49 empleados el factor más importante es la debilidad de la demanda, en tanto que las compañías de menos de cincuenta trabajadores son las que encuentran más dificultades para obtener financiación. La confianza desciende en el tercer trimestre del año respecto al periodo previo en todos los sectores, especialmente en la construcción, la industria y el comercio, sector en el que se sitúa incluso en tasas negativas. Por tamaño de las empresas, la confianza desciende en todos los grupos, aunque de manera más acusada en las compañías que tienen entre diez y 49 empleados, seguidas de las que emplean a entre cincuenta y 249 trabajadores.
A partir de estos datos, las Cámaras concluyen que en el tercer trimestre del año la economía española mantendrá el dinamismo y crecerá en torno al 3,3 por ciento, gracias a la fortaleza de la demanda interna y, algo menos, al empuje de la construcción. Advierten de la "preocupante" situación del sector exterior, aunque creen que podría mejorar en el segundo semestre, si se reduce el diferencial de inflación y la economía europea consolida su recuperación.
Por último, las Cámaras reiteran la necesidad de adoptar medidas que favorezcan la competitividad en los mercados de bienes y servicios e impulsen la implantación de nuevas tecnologías, así como el ahorro energético y la reducción de la dependencia respecto al petróleo.
Las Cámaras justifican el descenso de la confianza en el tercer trimestre por el comienzo de la temporada estival y reseñan que el ligero avance en relación al 2004 refleja que la economía mantiene un crecimiento sólido. La mayor parte de los empresarios (el 40,7 por ciento) espera que su cifra de negocio se mantenga estable entre julio y septiembre, mientras que el 33,4 por ciento prevé que aumente y el 25,9 por ciento que disminuya.
En cuanto al empleo, según el estudio, seguirá creciendo, ya que el 9,2 por ciento de las empresas tienen previsto aumentar su plantilla, el 83,7 por ciento dice que la mantendrá y sólo el 7,1 por ciento la reducirá. Los precios de venta se mantendrán estables, dado que el 83,7 por ciento de los empresarios asegura que no los modificará, el 6,8 por ciento los reducirá y el 9,5 planea subirlos. La intención de aumentar los precios de venta es mucho mayor en los sectores de la hostelería y el turismo, pues el 18,5 por ciento de los empresarios dice que los subirá en el tercer trimestre.
Respecto a la inversión, el 73,9 por ciento de las empresas la mantendrá, el 16,9 por ciento prevé aumentarla y el 9,2 por ciento la reducirá, en tanto que las perspectivas de exportación seguirán igual en el 59,9 por ciento de las empresas, aumentarán en el 24,1 por ciento y descenderá en el 16 por ciento de los casos. En cuanto a los factores que limitan la actividad empresarial, según el informe, la competencia es el principal, sobre todo entre las empresas más grandes, de cincuenta o más empleados, con mayor orientación exportadora.
Para las empresas de diez a 49 empleados el factor más importante es la debilidad de la demanda, en tanto que las compañías de menos de cincuenta trabajadores son las que encuentran más dificultades para obtener financiación. La confianza desciende en el tercer trimestre del año respecto al periodo previo en todos los sectores, especialmente en la construcción, la industria y el comercio, sector en el que se sitúa incluso en tasas negativas. Por tamaño de las empresas, la confianza desciende en todos los grupos, aunque de manera más acusada en las compañías que tienen entre diez y 49 empleados, seguidas de las que emplean a entre cincuenta y 249 trabajadores.
A partir de estos datos, las Cámaras concluyen que en el tercer trimestre del año la economía española mantendrá el dinamismo y crecerá en torno al 3,3 por ciento, gracias a la fortaleza de la demanda interna y, algo menos, al empuje de la construcción. Advierten de la "preocupante" situación del sector exterior, aunque creen que podría mejorar en el segundo semestre, si se reduce el diferencial de inflación y la economía europea consolida su recuperación.
Por último, las Cámaras reiteran la necesidad de adoptar medidas que favorezcan la competitividad en los mercados de bienes y servicios e impulsen la implantación de nuevas tecnologías, así como el ahorro energético y la reducción de la dependencia respecto al petróleo.