L D (EFE) El texto del acuerdo recoge que las empresas petroleras entregarán a las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos una parte de su impuesto sobre la renta, que asfaltarán 260 kilómetros de carreteras en la región e intensificarán la contratación de empleados, bienes y servicios en las zonas en que actúan.
Sin embargo, el acuerdo no contiene una cláusula exigida por los dirigentes del paro, que reclamaban que las petroleras y el Gobierno se comprometieran a no emprender acciones legales contra los responsables y participantes en el paro, a los que han acusado de desmanes en instalaciones petroleras y otros actos violentos.
Sí recoge que las autoridades locales y las multinacionales petroleras propiciarán un "clima de buena vecindad" y que se comprometen a "cooperar en armonía" para facilitar el desarrollo de la región, la principal productora de crudo del país y una de las más deprimidas.
También recoge que el Gobierno levantará, una vez que se oficialice el fin del paro, el estado de emergencia declarado en la zona el miércoles de la semana pasada por el presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, aunque lo hace horas después de que lo levantara el Parlamento, en uso de sus prerrogativas constitucionales.
El acuerdo fue firmado por parte del Gobierno por los ministros de Gobierno, Mauricio Gándara, y de Energía, Iván Rodríguez, los representantes de las compañías petroleras, los alcaldes de las capitales y prefectos de Orellana y Sucumbíos. También firmó el acuerdo el prefecto de la provincia de Pichincha, Ramiro González, que ha actuado como mediador, junto a representantes del episcopado católico y de organizaciones de derechos humanos.
El acuerdo pone fin a un paro iniciado el 14 de agosto, que paralizó Orellana y Sucumbíos y llevó a que el presidente Palacio declarara el estado de emergencia el día 17, lo que supuso que las dos provincias quedaran bajo control militar. El 18 de agosto, la producción de crudo del país llegó a niveles mínimos y el propio Palacio decidido la suspensión de las exportaciones petroleras, que aún no se ha reanudado, para garantizar el suministro interno.