L D (EFE) La elección de un magistrado para el Tribunal Supremo de EE.UU puede ser una de las grandes batallas políticas de su mandato para conseguir la aprobación de su candidato y el presidente pidió al Senado que el proceso de confirmación se desarrolle de manera "digna" y se dé al aspirante un "trato y una votación justas" y añadió que será elegido antes del 3 de octubre.
Entre los requisitos para seleccionar a su candidato, el presidente tendrá en cuenta, entre otras cosas la capacidad como jurista y “ que sea alguien que vaya a interpretar fielmente la Constitución".
"Seleccionaré a alguien de quien los estadounidenses vayan a estar orgullosos", prometió el presidente. El candidato que proponga Bush debe obtener la confirmación del Senado, lo que puede desencadenar una dura batalla entre republicanos y demócratas en esa cámara, donde los dos partidos llegaron hace sólo pocas semanas a una tregua sobre nombramientos en tribunales inferiores
La renuncia de O'Connor, una jueza conservadora moderada, abre la primera vacante en el Tribunal Supremo de EEUU, de nueve miembros, en más de una década. O'Connor, quien llegó al Supremo en 1981 tras ser propuesta por el entonces presidente Ronald Reagan, anunció su decisión en una carta enviada a la Casa Blanca.
Entre los requisitos para seleccionar a su candidato, el presidente tendrá en cuenta, entre otras cosas la capacidad como jurista y “ que sea alguien que vaya a interpretar fielmente la Constitución".
"Seleccionaré a alguien de quien los estadounidenses vayan a estar orgullosos", prometió el presidente. El candidato que proponga Bush debe obtener la confirmación del Senado, lo que puede desencadenar una dura batalla entre republicanos y demócratas en esa cámara, donde los dos partidos llegaron hace sólo pocas semanas a una tregua sobre nombramientos en tribunales inferiores
La renuncia de O'Connor, una jueza conservadora moderada, abre la primera vacante en el Tribunal Supremo de EEUU, de nueve miembros, en más de una década. O'Connor, quien llegó al Supremo en 1981 tras ser propuesta por el entonces presidente Ronald Reagan, anunció su decisión en una carta enviada a la Casa Blanca.
La partida de O'Connor se había rumoreado durante los últimos días, pero esta posibilidad pasó a un segundo plano ante la salida, que se consideraba inminante, del presidente del tribunal, William Rehnquist, de 80 años y aquejado de un cáncer de tiroides.
Los cargos de los miembros del Supremo tienen carácter vitalicio, por lo que el nombramiento de magistrados conservadores o progresistas puede modelar durante décadas el sentido de las decisiones del tribunal
Los cargos de los miembros del Supremo tienen carácter vitalicio, por lo que el nombramiento de magistrados conservadores o progresistas puede modelar durante décadas el sentido de las decisiones del tribunal