L D (EFE) Según confirmó el portavoz del Gobierno iraquí, Laith Kuba, entre los procesados junto a Sadam se encuentra el entonces vicepresidente, Taha Yasín Ramadán, así como el hermanastro del dictador, Barzán Brahim al Hasan, jefe de los servicios de espionaje, junto a otros altos cargos del régimen en la época.
Según los testimonios y documentos reunidos por el tribunal, 96 personas (entre ellos mujeres y niños) fueron ejecutadas de forma sumaria en el mismo pueblo en las horas siguientes al atentado, mientras que el resto murieron como resultado de las torturas.
Además, 400 habitantes del pueblo fueron deportados a la región de Samawa, y 200 de ellos permanecieron presos durante cuatro años sin que se formulase cargo alguno contra ellos.