L D (EFE) El conjunto de Óscar Novillo comparte cartel estelar con el conjunto ruso, Serbia Montenegro e Italia, los tres equipos junto a Brasil, que más pintan en el voleibol internacional. España está entre ellos. Por primera vez en su historia y en un escenario sin igual el Palattomatica de Roma, el templo del deporte de sala transalpino.
La selección española, que estaba estancada en la octava plaza -Alemania 2003- su mejor puesto en un Campeonato de Europa, ha superado con creces los límites previstos. Abocados a una prematura eliminación y a un temprano retorno. El objetivo de los seis primeros puestos ha quedado ampliamente rebasado. España está entre los grandes.
El combinado de Novillo, que en su transitar ha ganado a Francia, Holanda y Grecia y sólo ha caído con Serbia y Montenegro y la República Checa, ha iniciado su cuenta atrás para la gran cita después de conocer, ayer, que Rusia sería su próximo rival. Doce títulos, incluidos los que le acompañan como extinta Unión Soviética, un subcampeonato y cinco terceros puestos dan brillo al papel del rival hispano, que culmina su sexta participación en un Europeo y que en Roma va a fijar el mejor puesto de su historia (fue octavo (2003), noveno (1993) y duodécimo (1981, 1985 y 1987)).
"El triunfo contra Rusia pasa por lo que nosotros seamos capaces de hacerlos bajar su nivel habitual. Buscar puntos débiles", indicó Miguel Ángel Falasca, colocador titular de la selección. "Nosotros estamos ya contentos y felices porque hemos hecho un gran torneo, en el que hemos superado con creces el objetivo del equipo. Ahora vamos a intentar hacerlo bien y ver hasta dónde somos capaces de llegar", añadió el veterano jugador y uno de los pilares del combinado nacional.
"Si Rusia juega a su nivel va a ser complicado. Pero hay que dar el máximo", indicó Miguel Angel, que agregó que el equipo "tiene la misma tensión previa de las grandes ocasiones". Por su parte, el seleccionador nacional, Óscar Novillo, señaló que el planteamiento contra Rusia "puede ser más o menos claro pero todo pasa porque ellos no tengan su mejor día. Si esto no ocurre son casi imbatibles".
"Ahora nos toca ser ambiciosos y aprovechar las pocas posibilidades que tenemos. Después, será la hora de analizar todo lo que hemos hecho en el torneo", indicó el preparador que ha encabezado la situación histórica del voleibol español. La selección de España efectuó dos entrenamientos en su primer día de estancia en Roma. El segundo de ellos en el escenario del encuentro, el Palattomatica de Roma, con aforo para 15.000 espectadores y al que volverán a primera hora del sábado.
La organización ha fijado que el conjunto español ocupe en el primer turno (08.00 horas) la pista del torneo para los ensayos previos al inicio de la competición. Mientras, Italia espera a Serbia y Montenegro para enfilar la recta final de la defensa del título que conquistó en Berlín hace dos años. El conjunto transalpino pretendía eludir al cuadro balcánico en semifinales. Pero la derrota frente a Rusia condenó a los dos organizadores a un duelo entre ambos.
La selección española, que estaba estancada en la octava plaza -Alemania 2003- su mejor puesto en un Campeonato de Europa, ha superado con creces los límites previstos. Abocados a una prematura eliminación y a un temprano retorno. El objetivo de los seis primeros puestos ha quedado ampliamente rebasado. España está entre los grandes.
El combinado de Novillo, que en su transitar ha ganado a Francia, Holanda y Grecia y sólo ha caído con Serbia y Montenegro y la República Checa, ha iniciado su cuenta atrás para la gran cita después de conocer, ayer, que Rusia sería su próximo rival. Doce títulos, incluidos los que le acompañan como extinta Unión Soviética, un subcampeonato y cinco terceros puestos dan brillo al papel del rival hispano, que culmina su sexta participación en un Europeo y que en Roma va a fijar el mejor puesto de su historia (fue octavo (2003), noveno (1993) y duodécimo (1981, 1985 y 1987)).
"El triunfo contra Rusia pasa por lo que nosotros seamos capaces de hacerlos bajar su nivel habitual. Buscar puntos débiles", indicó Miguel Ángel Falasca, colocador titular de la selección. "Nosotros estamos ya contentos y felices porque hemos hecho un gran torneo, en el que hemos superado con creces el objetivo del equipo. Ahora vamos a intentar hacerlo bien y ver hasta dónde somos capaces de llegar", añadió el veterano jugador y uno de los pilares del combinado nacional.
"Si Rusia juega a su nivel va a ser complicado. Pero hay que dar el máximo", indicó Miguel Angel, que agregó que el equipo "tiene la misma tensión previa de las grandes ocasiones". Por su parte, el seleccionador nacional, Óscar Novillo, señaló que el planteamiento contra Rusia "puede ser más o menos claro pero todo pasa porque ellos no tengan su mejor día. Si esto no ocurre son casi imbatibles".
"Ahora nos toca ser ambiciosos y aprovechar las pocas posibilidades que tenemos. Después, será la hora de analizar todo lo que hemos hecho en el torneo", indicó el preparador que ha encabezado la situación histórica del voleibol español. La selección de España efectuó dos entrenamientos en su primer día de estancia en Roma. El segundo de ellos en el escenario del encuentro, el Palattomatica de Roma, con aforo para 15.000 espectadores y al que volverán a primera hora del sábado.
La organización ha fijado que el conjunto español ocupe en el primer turno (08.00 horas) la pista del torneo para los ensayos previos al inicio de la competición. Mientras, Italia espera a Serbia y Montenegro para enfilar la recta final de la defensa del título que conquistó en Berlín hace dos años. El conjunto transalpino pretendía eludir al cuadro balcánico en semifinales. Pero la derrota frente a Rusia condenó a los dos organizadores a un duelo entre ambos.