L D (EFE) El conjunto transalpino, que aprovechó la final para firmar la revancha del último duelo que ambos habían disputado -en este mismo escenario en la fase preliminar- ha sumado el sexto título continental. Todos ellos logrados a partir de 1989. Desde entonces, no se baja del podio. Al oro añade dos subcampeonatos y un bronce.
Especialmente motivada por la condición de anfitrión e incentivada por el ánimo de revancha tras la derrota encajada en la última jornada de la ronda preliminar -la única sufrida por el bloque transalpino- Italia abordó el duelo pletórica de confianza. Eso se notó sobre la cancha. Entró antes en el partido y a las primeras de cambio su renta ya era de tres puntos (5-8).
Matej Cernic, Alessandro Fei y, especialmente, Alberto Cisolla, desarbolaron el bloqueo ruso, desacertado también en las acciones de ataque. Se metió en el choque el equipo del serbio Zoran Gajic, que volvió a ceder la iniciativa a su rival. Especialmente en un momento comprometido. En el tramo final del set (14-19 y 22-25).
La reacción del cuadro visitante fue fulgurante. Se adueñó del centro de la red y mejoró en recepción. También sobresalió la figura de su libero Alexey Verbov. Italia se diluyó con estrépito y concedió una renta a su rival que fue definitiva para igualar el duelo (25-14). La dinámica se prolongó en el tercero. Para entonces ya había entrado en acción Semen Poltavsky, que asumió la responsabilidad anotadora de su equipo. Gian Paolo Montali, preparador italiano, tiró por la calle de en medio y tiró del banco.
Gajic, sin embargo, mantuvo su bloque. No lo alteró tampoco en el inicio del cuarto parcial. Después de tomar delantera en el marcador (25-15) y poner en juego el gasto físico de sus hombres. Italia mejoró ante el riesgo de perder la corona. Y el tramo transitó con mayor equilibrio (8-8). Los errores afloraron en los visitantes, cedieron la manga y el título quedó al amparo del 'tie break'. En pleno crecimiento Italia no permitió que el compromiso se marchara. Adoptó una renta inicial y se manejó hasta el final para retener su corona.
Especialmente motivada por la condición de anfitrión e incentivada por el ánimo de revancha tras la derrota encajada en la última jornada de la ronda preliminar -la única sufrida por el bloque transalpino- Italia abordó el duelo pletórica de confianza. Eso se notó sobre la cancha. Entró antes en el partido y a las primeras de cambio su renta ya era de tres puntos (5-8).
Matej Cernic, Alessandro Fei y, especialmente, Alberto Cisolla, desarbolaron el bloqueo ruso, desacertado también en las acciones de ataque. Se metió en el choque el equipo del serbio Zoran Gajic, que volvió a ceder la iniciativa a su rival. Especialmente en un momento comprometido. En el tramo final del set (14-19 y 22-25).
La reacción del cuadro visitante fue fulgurante. Se adueñó del centro de la red y mejoró en recepción. También sobresalió la figura de su libero Alexey Verbov. Italia se diluyó con estrépito y concedió una renta a su rival que fue definitiva para igualar el duelo (25-14). La dinámica se prolongó en el tercero. Para entonces ya había entrado en acción Semen Poltavsky, que asumió la responsabilidad anotadora de su equipo. Gian Paolo Montali, preparador italiano, tiró por la calle de en medio y tiró del banco.
Gajic, sin embargo, mantuvo su bloque. No lo alteró tampoco en el inicio del cuarto parcial. Después de tomar delantera en el marcador (25-15) y poner en juego el gasto físico de sus hombres. Italia mejoró ante el riesgo de perder la corona. Y el tramo transitó con mayor equilibrio (8-8). Los errores afloraron en los visitantes, cedieron la manga y el título quedó al amparo del 'tie break'. En pleno crecimiento Italia no permitió que el compromiso se marchara. Adoptó una renta inicial y se manejó hasta el final para retener su corona.