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Alonso celebra su título mundial en una fiesta que duró hasta la madrugada

En Sao Paulo se dejó sentir la fuerza del "Nano", que el domingo se proclamó campeón del mundo de Fórmula Uno; el asturiano festejó el título con sus allegados en una fiesta que se prolongó hasta la madrugada del lunes. La ausencia más sonada fue la del descubridor de Fernando Alonso, Flavio Briatore, que tuvo que partir hacia Europa; Alonso celebró el título más joven de la historia de la Fórmula Uno junto a todos los integrantes de su escudería que permanecieron en la capital paulista. Galería de fotos en el interior.

En Sao Paulo se dejó sentir la fuerza del "Nano", que el domingo se proclamó campeón del mundo de Fórmula Uno; el asturiano festejó el título con sus allegados en una fiesta que se prolongó hasta la madrugada del lunes. La ausencia más sonada fue la del descubridor de Fernando Alonso, Flavio Briatore, que tuvo que partir hacia Europa; Alonso celebró el título más joven de la historia de la Fórmula Uno junto a todos los integrantes de su escudería que permanecieron en la capital paulista. Galería de fotos en el interior.



L D (EFE) En la fiesta no faltó ni el padre de Alonso, José Luis, ni su "manager", Luis García Abad, hombre de confianza y "cerebro" dentro y fuera de los circuitos, al que, mandó traer desde Leasplan, el primer patrocinador que le apoyó cuando la mayoría le dieron el esquinazo; y al que sigue siendo fiel, por unos emolumentos infinitamente inferiores a los que se manejan en el loco circo de la Fórmula Uno. También se pasó por la fiesta uno de sus fisioterapeutas, el italiano Edoardo Bendinelli, junto con el resto de los integrantes de un equipo que, desde las altas jerarquías, hasta sus escalafones inferiores, adora al campeón y que se involucró totalmente en la gran fiesta del buque insignia de la marca francesa.

Alonso, que en todo momento se mostró feliz por la consecución de una de las mayores gestas del deporte español, pero que en ningún momento perdió la compostura, celebró el título más importante del motor hispano en el reservado de una discoteca paulista situada en el centro del corazón financiero del gigante suramericano.

Entre otros muchos, no quisieron dejar de tomarse una copa con el nuevo campeón del Mundo los pilotos brasileños Rubens Barrichello (Ferrari); y Tarso Marques, el que fuera compañero del genio astur en su etapa de Minardi, que durante todo el fin de semana le apoyó en el circuito de Interlagos, donde Fernando repitió el domingo el tercer puesto de 2003 -el segundo de los 21 podios que ha firmado para España en la categoría máxima del motor-.

En contra de lo que desde algunos sectores se empeñen en difundir, Alonso no impidió que compartieran el mayor éxito del motor hispano; y una de las más grandes gestas de la historia del deporte español, los enviados especiales de su país que le siguen por todo el mundo, que se unieron a la fiesta pasada la medianoche.

Después de celebrar el título más joven de la historia de la Fórmula Uno con un guiño a su tierra -el flamante campeón del mundo escanció champán en el podio, a modo del gesto que se multiplicó a la enésima potencia, el domingo, en su Asturias natal-; en la fiesta de Alonso tampoco faltó la bandera del Principado, que se ondeó, en numerosas ocasiones, durante el distendido encuentro. No hubo sidra, la deliciosa bebida de manzana típica de su región, pero las caipirinhas y el champán suplieron, con iguales efectos, esa carencia; y Alonso se unió a alguno de los "trenecitos" que protagonizaron los partícipes de una fiesta en la que se "reventó" el piso de la discoteca paulista.

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