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Preocupación en el Reino Unido por la facilidad con la que los trabajadores de "call centers" pueden robar datos

Los trabajadores de los centros de atención telefónica al cliente ("call centers") pueden robar fácilmente información confidencial de los clientes, según ha revelado al periódico británico The Times el administrador indio de uno de esos centros. La noticia se publica casi al mismo tiempo en el que otro diario del país, The Sun, logró comprar los detalles de los titulares de un millar de tarjetas de crédito y bancarias británicas al empleado de un call center de Nueva Delhi.

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L D (EFE) El administrador de uno de esos centros en Gurgaeon, suburbio de Nueva Delhi, declaró a The Times que es muy fácil que los trabajadores se hagan con ese tipo de datos: basta que tengan conocimientos técnicos apropiados o que ocupen una posición elevada que les permita un acceso mayor a esas informaciones. "Basta abrir el interfaz donde se guardan los datos, copiarlo y llevárselo a casa. Personalmente no lo he hecho, pero podría hacerlo. Si los datos técnicos se guardan aquí, cualquier podría acceder a ellos", explicó.
 
Ese tipo de centros de atención telefónica piden normalmente tres referencias antes de contratar a un nuevo empleado, pero a veces se saltan esas reglas, y la continua rotación de trabajadores hace que los criterios sean mucho más laxos y la fidelidad del empleado mucho menor.
 
Jaran Bahree, el supuesto intermediario que vendió los datos confidenciales de mil tarjetas bancarias al reportero del diario "The Sun", aseguró haberlos obtenidos de una red de trabajadores de "call centers" de Gurgaon, y se ufanó de poder proporcionar hasta 2.000 detalles de cuentas bancarias al mes. Bahree dijo que se había familiarizado con ese negocio mientras trabajaba en Dadsh e-Services, subsidiaria a la que IBM deslocaliza algunos de sus servicios.
 
El reportero, que no reveló su identidad, pagó unos 4.000 euros por los datos, que influían las direcciones, las contraseñas de acceso, los números de pasaporte o del carné de conducir, así como en algunos casos, las fechas de emisión y caducidad de las tarjetas bancarias e incluso el número de seguridad de tres dígitos.
 
Bahree trabaja actualmente en Infinity, compañía del sector de internet, cuyos empleados se manifestaron sorprendidos, según "The Times", por las revelaciones periodísticas en torno a su persona. Varios bancos británicos como The Halifax, the Royal Bank of Scotland, Nationwide y NatWest calificaron el jueves de improbable que se hubiesen visto afectados por ese escándalo ya que no tienen centros de atención al cliente en la India. Por el contrario, Barclays, Woolwich, HSBC y Lloyds TSB, reconocieron que están colaborando con la policía para aclarar ese caso.
 
Según fuentes británicas, el número de trabajadores empleados por institutos financieros del Reino Unido en la India y otros países de bajo sueldo ha crecido rápidamente en los últimos años.
 
Se calcula que las empresas británicas emplean a unas 300.000 personas en centros de atención telefónica o de administración en países de ultramar como la India o China. HSBC, el mayor banco británico, fue uno de los primeros en recurrir a esa fuerza de trabajo barata en países del mundo en desarrollo: abrió su primer centro de ese tipo en 1999 y el pasado diciembre tenía ya a 4.900 personas trabajando fuera en el procesamiento de cuentas bancarias.
 
Una portavoz del banco aseguró, sin embargo, de que en los seis años transcurridos desde que comenzaron ese tipo de operaciones "off shore" no se había producido ninguna violación de las normas de seguridad.

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