L D (Agencias) Para lograr formalizar su candidatura, el diputado autonómico y consejero de Política Territorial durante 13 años necesitará conseguir, al igual que los otros dos aspirantes, el aval de 400 de los 2.000 compromisarios que acudirán al congreso del partido, que se celebrará en enero.
Cuiña compareció ante los medios de comunicación en un hotel de Santiago de Compostela para explicar por qué opta a la presidencia del PPdeG, lo que dijo ser producto de una "reflexión profunda por amor a Galicia, por vocación y por pasión política demostrada desde que era niño", dijo.
Cuiña compareció ante los medios de comunicación en un hotel de Santiago de Compostela para explicar por qué opta a la presidencia del PPdeG, lo que dijo ser producto de una "reflexión profunda por amor a Galicia, por vocación y por pasión política demostrada desde que era niño", dijo.
El aspirante criticó la "paulatina pérdida de autonomía" del PPdeG respecto a los dictados de Génova y alertó de que esta tendencia debe invertirse para que el partido pueda de nuevo recuperar el Gobierno en Galicia. En todo caso, puntualizó que la "lógica autonomía" del PPdeG debe ser compatible con la integración dentro de un proyecto político nacional.
También abogó por que antes del final de 2006 estén ya elegidos los nuevos comités del partido y se celebre un congreso extraordinario a nivel autonómico en el que se ratifique o no todo ese proceso. Respecto al congreso que se celebrará en enero, Cuiña no se mostró partidario de "componendas a priori", sino de "la política de la urna", indicó que no teme "injerencias desde Madrid" y agregó que está "mentalizado para ser presidente del partido o ser militante de base". Confesó tener una relación "normal" con los hasta ahora otros dos candidatos a la presidencia del PPdeG –López Veiga y Barreiro–, aunque reconoció que tiene "más sintonía política" con el último.
Preguntado por la oportunidad de incluir el termino nación en el futuro estatuto, consideró que este debate no es el que más preocupa a lo gallegos, aunque subrayó que "en el marco constitucional no está el término nación". Tras reconocer su "absoluta lealtad" a Manuel Fraga y a los demás miembros del PP, declaró que jamás practicó el "sectarismo político" en el gobierno gallego y puntualizó: "nunca fabriqué un papel ni idea o mensaje que pueda dañar al amigo o al adversario".
También abogó por que antes del final de 2006 estén ya elegidos los nuevos comités del partido y se celebre un congreso extraordinario a nivel autonómico en el que se ratifique o no todo ese proceso. Respecto al congreso que se celebrará en enero, Cuiña no se mostró partidario de "componendas a priori", sino de "la política de la urna", indicó que no teme "injerencias desde Madrid" y agregó que está "mentalizado para ser presidente del partido o ser militante de base". Confesó tener una relación "normal" con los hasta ahora otros dos candidatos a la presidencia del PPdeG –López Veiga y Barreiro–, aunque reconoció que tiene "más sintonía política" con el último.
Preguntado por la oportunidad de incluir el termino nación en el futuro estatuto, consideró que este debate no es el que más preocupa a lo gallegos, aunque subrayó que "en el marco constitucional no está el término nación". Tras reconocer su "absoluta lealtad" a Manuel Fraga y a los demás miembros del PP, declaró que jamás practicó el "sectarismo político" en el gobierno gallego y puntualizó: "nunca fabriqué un papel ni idea o mensaje que pueda dañar al amigo o al adversario".