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BALONMANO

El Ciudad Real pasa a octavos de la Liga de Campeones como líder de grupo tras arrollar al Veszprem (34-23)

El Ciudad Real ha apabullado al Veszprem húngaro por 34-23 y ha logrado su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones como primero del Grupo F, para cerrar el peno de los equipos españoles en la máxima competición continental de balonmano. Ambos equipos han acabado empatados a puntos, pero con el Ciudad Real por delante al haber superado con amplitud los dos goles de ventaja conseguidos por el conjunto húngaro en su pista (31-29).

L D (EFE) El partido, pese a que el Veszprem se puso muy pronto por delante en el marcador (0-2), se caracterizó, ante todo, por el excelente trabajo defensivo del Ciudad Real, cuyo dibujo 5-1, muy superior al 6-0 desplegado por los magiares, siempre estuvo muy bien respaldado por el meta internacional José Javier Hombrados. El equipo ciudadrealeño tardó muy poco en igualar el marcador, y se puso por primera vez por delante a los 13 minutos, merced a un gol de David Davis (8-7). En los siguientes tres minutos el equipo de Talant Dujshebaev logró un parcial de 3-0 ante el equipo del croata Zovko Zdravko con un juego basado en la concentración de todas sus piezas, desde la defensa hasta el ataque.

Los locales fueron paulatinamente ampliando las distancias, sin salirse un ápice del guión establecido. Además, su defensa siempre pudo tanto con el cubano Carlos Pérez, que acabó desaparecido, como con Lazarov, el máximo goleador de todos los grupos de la primera fase de la Liga de Campeones. El Ciudad Real, con un ritmo frenético en el ataque, bien dirigido por Entrerríos y Jacobsen, fue abriendo brechas cada vez más difíciles de salvar para los visitantes, y que llegaron a ser de hasta seis goles a falta de dos minutos (16-10) para el final de la primera parte.

Pero con el cronómetro a cero, Julio Fis lanzó un golpe franco directo que golpeó en la cara de un rival, lo que le costó la descalificación. El Ciudad Real perdió de golpe a su jugador más inspirado en ataque. Esto lo notó el cuadro español, que al principio de la primera parte encajó un parcial de 2-0 (16-12, m.32). Pero a partir de ahí, dos parciales de 3-0, esta vez a favor de los locales, rompieron definitivamente el partido (23-13). De ahí hasta el final, y pese a los intentos del banquillo magiar de contrarrestar la diferencia, el Ciudad Real jugó cada vez más cómodo, hasta ofrecer un gran espectáculo rubricado con el contundente 34-23 final.

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