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Bono y Moratinos se disputan el triunfo de salvar la vida de Francisco Larrañaga

El ministro Bono, de viaje en Filipinas, telefoneó por la mañana delante de las cámaras a la madre de Francisco Larrañaga, español condenado a muerte en ese país, para comunicarle que la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, le había asegurado que "mientras ella sea presidenta no va a ejecutar la pena de muerte". Por la tarde, Moratinos restaba importancia a la gestión de Bono. Exteriores llamó a los familiares para aclararles que no hay ninguna novedad en la posición sobre este caso de la presidenta filipina respecto al compromiso ya anunciado el pasado septiembre.

El ministro Bono, de viaje en Filipinas, telefoneó por la mañana delante de las cámaras a la madre de Francisco Larrañaga, español condenado a muerte en ese país, para comunicarle que la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, le había asegurado que "mientras ella sea presidenta no va a ejecutar la pena de muerte". Por la tarde, Moratinos restaba importancia a la gestión de Bono. Exteriores llamó a los familiares para aclararles que no hay ninguna novedad en la posición sobre este caso de la presidenta filipina respecto al compromiso ya anunciado el pasado septiembre.
L D (Agencias) A la salida de una reunión con la presidenta filipina, Bono declaró que Macapagal le había dado "autorización expresa" para que anunciara públicamente este compromiso y telefoneó a la madre de Larrañaga, la filipina Margarita González, para garantizarle que no hay que temer una ejecución durante el mandato de Arroyo y que ésta le había prometido hacer cuando pudiera para ayudar a su hijo.
 
Francisco Larrañaga, tío de Paco Larrañaga, consideró "importante" la promesa de la presidenta filipina y valoró la gestión del ministro de Defensa. El tío del condenado también agradeció las gestiones "que están haciendo tanto el Gobierno español como el vasco" y recordó que el Rey, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, han remitido a las autoridades filipinas sendas cartas para que se aplique el perdón presidencial.

Este reconocimiento a todo el mundo por sus gestiones no bastó para aplacar al ministro Moratinos. Por la tarde, el Ministerio de Exteriores se puso en contacto con la familia para dejarles claro que el triunfo no es de Bono, sino que Arroyo ya se comprometió a no ejecutar al español con Moratinos y María Teresa Fernández de la Vega en el mes de septiembre. Según informaron a EFE fuentes gubernamentales, el titular de Exteriores filipino, Alberto Rómulo, ya explicó en septiembre en Nueva York a su homólogo español, Miguel Angel Moratinos, que Macapagal se había comprometido a que, durante su mandato, no se iba a ejecutar a ningún condenado a muerte, como es el caso de Larrañaga, y el ministro español trasladó esa posición a la familia.

¿Quien salvó a Larrañaga?

Fernández de la Vega intercedió por Larrañaga ante Macapagal en la entrevista que ambas mantuvieron el 8 de octubre de 2004 en Hanoi, y Moratinos, entre otras iniciativas, realizó gestiones ante la Comisión Europea y la Eurocámara, envió una carta al ministro Rómulo y solicitó que el Rey y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, remitieran a su vez sendas misivas a Filipinas.

En una carta de Zapatero a Macapagal Arroyo entregada por Moratinos a Rómulo en Kioto el pasado mayo, el jefe del Ejecutivo trasladó a la presidenta filipina una petición para la revisión del proceso contra Larrañaga, destacó las "serias irregularidades detectadas" en el procedimiento y subrayó la firme apuesta de España y la UE por la abolición de la pena de muerte.

Además de apelar por escrito a la prerrogativa de la presidenta filipina para ejercer el perdón en favor de los condenados a muerte, Moratinos recibió el pasado abril a miembros de la rama filipina de la familia de Larrañaga y el 23 de septiembre a representantes de los familiares vascos del condenado a muerte, a quienes detalló las gestiones realizadas y su resultado.
 
Francisco Larrañaga, hijo del pelotari español Manuel Larrañaga y de Margarita González, nieta del ex presidente filipino Sergio Osmeña, fue sentenciado en 1999 a cadena perpetua por el secuestro, violación y asesinato dos años antes de las hermanas Marijoy y Jaquelines Chiong, de 19 y 21 años, en la ciudad de Cebú.

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