L D (Agencias) El letrado que representa a la familia de la víctima, Marcos García Montes, aseguró a su llegada al juzgado que iba a pedir la suspensión de la vista, aunque eludió profundizar en ello hasta no hablar con la jueza, y admitió que su solicitud se debe al hallazgo de una bolsa en la puerta de la casa de la madre de Rocío.
Unas bragas manchadas de sangre aparecieron en la puerta de la vivienda en la urbanización La Cortijera en Mijas Costa, en Málaga, hace dos meses, según explicó la madre, Alicia Hornos, dentro de una bolsa de plástico, junto con unas colillas, una foto de su hija, otra ropa, pelos y dinero en pesetas.
Por otro lado, Tony Alexander King, también acusado de la muerte de la joven de Coín (Málaga), Sonia Carabantes, aseguró al llegar al Juzgado de Instrucción número 6 de Fuengirola que la culpable era Dolores Vázquez, aunque la jueza instructora decidió sobreseer la causa contra ella y el británico Robert Graham el pasado agosto y mantener la imputación contra King.
La vista preliminar de este viernes es para que las partes se pronuncien sobre la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa, en aplicación de la Ley de Jurado. El gabinete jurídico de Javier Saavedra, que defiende a King, tenía previsto pedir la práctica de una serie de diligencias.
Posteriormente, la titular del juzgado debe dictar un auto en el que resolverá esta cuestión y se establecerá un plazo para personarse ante la Audiencia Provincial de Málaga, que deberá abrir el procedimiento para la formación del jurado. King compareció por última vez ante el juzgado de Fuengirola el pasado 14 de junio, con motivo de la vista oral en la que se pidió la prórroga de la prisión provisional.
Historia
Rocío Wanninkhof desapareció el 9 de octubre de 1999 cuando se dirigía a pie desde el núcleo de población de la Cala de Mijas a su casa y su cadáver fue hallado el 2 de noviembre de ese año en un paraje de una urbanización de Marbella, a 32 kilómetros de Mijas.
La Guardia Civil detuvo el 7 de octubre de 2000 a María Dolores Vázquez, ex compañera sentimental de la madre de Rocío, y a la que todos los indicios unían con el crimen, pese a no existir una prueba sólida que determinara su implicación, que ella negó en todo momento.
El jurado declaró a Vázquez culpable de asesinato el 19 de septiembre de 2001 y una semana después fue condenada a 15 años y un día de prisión y a pagar una indemnización de 18 millones de pesetas (108.000 euros).
Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló la sentencia el 1 de febrero de 2002 al considerar que no estaba debidamente motivada y Vázquez fue puesta en libertad, decisión que ratificó el Tribunal Supremo.
Tras el asesinato de la joven de Coín Sonia Carabantes el 14 de agosto de 2003, las muestras de ADN recogidas en ambos escenarios permitieron conectar los dos crímenes.