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El terrorismo callejero se dispara y vuelve a alcanzar los niveles del verano

Los actos de terrorismo callejero cometidos en País Vasco y Navarra alcanzaron la cifra de 36 durante el pasado mes de noviembre. Según el análisis hecho por expertos de la lucha antiterrorista, el suicidio del preso de ETA José Angel Alzuguren en la cárcel de Soria y el inicio del "macrojuicio" contra el entorno de la banda han recrudecido la "violencia callejera" hasta situarla en niveles similares a los del verano, época en la que  los proetarras aprovechan las fiestas locales para intensificar su acoso a los no nacionalistas.

Los actos de terrorismo callejero cometidos en País Vasco y Navarra alcanzaron la cifra de 36 durante el pasado mes de noviembre. Según el análisis hecho por expertos de la lucha antiterrorista, el suicidio del preso de ETA José Angel Alzuguren en la cárcel de Soria y el inicio del "macrojuicio" contra el entorno de la banda han recrudecido la "violencia callejera" hasta situarla en niveles similares a los del verano, época en la que  los proetarras aprovechan las fiestas locales para intensificar su acoso a los no nacionalistas.
L D (Europa Press) En agosto, los jóvenes proetarras cometieron un total de 38 ataques contra bienes particulares, empresariales o sedes de partidos constitucionalistas. Pero el repunte del terrorismo callejero se había producido antes, a finales de junio, después de que los jueces Santiago Pedraz, Carlos Ollero y Alfonso Guevara condenaran a 24 miembros de Jarrai por organización ilícita no terrorista.
 
Según la sentencia, este tipo de violencia no es terrorismo sino delincuencia común porque, en su opinión, los "cócteles molotov" no son armas. Así, Jarrai, Segi y Haika no son organizaciones terroristas, aunque tengan "por sí mismas una finalidad ideológicamente próxima a la que, con su actividad armada, persigue la organización terrorista ETA" porque, según el juez, no utilizan armas, pese a la utilización continua de los cócteles molotov.
 
En este caso, el inicio del macrojuicio contra el entorno de ETA ha hecho que los batasunos vuelvan a salir a la calle a ejercer actos terroristas. Con los 36 ataques de noviembre, la cifra total en los once primeros meses del año es de 369, una tercera parte más que los registrados en todo 2004. Además, el suicidio del preso etarra José Angel Alzuguren en el centro penitenciario de Soria el 31 de octubre provocó una oleada de "violencia" en los primeros días de noviembre, que afectó principalmente a San Sebastián. Como consecuencia de los disturbios, la Guardia Civil detuvo a tres jóvenes.

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