L D (Europa Press) Además, los comerciantes de estas dos zonas sufren los efectos de las manifestaciones de la izquierda abertzale, que discurren a lo largo del Boulevard, a veces con disturbios en el mismo paseo, que luego se trasladan a las calles peatonales del Casco Viejo, con el consiguiente riesgo de desperfectos para el gran número de tiendas que se concentran allí, según informaron a Europa Press fuentes de a lucha antiterrorista.
Desde comienzos del mes de diciembre, los comercios de la Parte Vieja reciben la visita de uno o dos individuos, conocidos de las Fuerzas de Seguridad por frecuentar los ambientes terroristas de la izquierda abertzale. El joven o los jóvenes le comunican al dueño o los empleados que les van a dejar un sobre en el que deben incluir una cantidad de dinero que no detallan, a modo de "aguinaldo para los presos".
Días después, las mismas personas acuden al local para recoger el sobre sepia, ya con el dinero dentro. Las fuentes consultadas explicaron que esta fase de "recolección" ha comenzado hace días y muchos comercios han recibido la segunda visita. Al parecer, la previsión de los proetarras es recoger todos los "aguinaldos" antes de Nochebuena.
"Impuesto revolucionario" a los pequeños comercios
Esta práctica se produce de forma independiente al chantaje del 'impuesto revolucionario' que esos mismos comercios vienen sufriendo desde hace meses. El pasado verano, en la oleada de cartas exigiendo cantidades que oscilaban entre los 6.000 y los 18.000 euros al empresariado vasco y navarro se incluyeron como destinatarios, por primera vez, pequeños comercios sin un gran volumen de negocio.