L D (Agencias) Este incremento de beneficios se debió al aumento de sus volúmenes de negocio tanto en créditos (23,7 por ciento más) como en recursos de clientes gestionados (19,4 por ciento más), pero también está impulsado por el incremento de la participación en Bancomer y por la revalorización de las divisas en Iberoamérica.
De las principales rúbricas de la cuenta de resultados, el margen de intermediación -diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos más dividendos- creció el 14,5 por ciento y se elevó a 5.187 millones de euros. El margen ordinario se incrementó el 14,3 por ciento, hasta 9.328 millones de euros, después de que las comisiones se elevaran el 13,1 por ciento, las operaciones financieras aportaran un 16,3 por ciento más y la actividad de seguros, el 18,1 por ciento más. Los gastos de personal y otros costes generales de administración siguieron creciendo a un ritmo fuerte del 9,3 y 15,7 por ciento, respectivamente, como consecuencia de la incorporación al grupo de Valley Bank e Hipotecaria Nacional.
Aún así, el margen de explotación o resultado de la actividad puramente bancaria fue el que más creció, al aumentar el 19,7 por ciento, hasta 4.867 millones de euros. Este crecimiento se aceleró en los beneficios, gracias a las menores dotaciones de provisiones crediticias que tuvo que realizar. En concreto, las pérdidas por deterioro de activos -buena parte de ellas son saneamientos crediticios- cayeron el 6,4 por ciento y las dotaciones a provisiones descendieron el 53,9 por ciento. Con todo ello, el beneficio bruto creció el 31,1 por ciento y el atribuido se incrementó el 24,9 por ciento.
Estos incrementos de beneficios son consecuencia, principalmente, de los mayores volúmenes de negocio, sobre todo de créditos, que crecieron el 24,2 por ciento, después de que las hipotecas para la compra de vivienda ascendieran un 23,8 por ciento. Al término de septiembre, el BBVA -beneficiado también en este caso por la revalorización de las divisas latinoamericanas- tenía un volumen de 202.894 millones de euros en créditos a clientes. Los recursos gestionados de clientes también tuvieron una evolución positiva y crecieron el 19,4 por ciento, hasta elevarse a 379.971 millones de euros, después de que los depósitos aumentaran el 11,8 por ciento; los fondos de inversión, el 14,2 por ciento; los planes de pensiones, un 26,2 por ciento, y las carteras gestionadas, un 11,8 por ciento.
Por áreas de negocio, Iberoamérica se mantuvo como la más fructífera para el grupo, con una aportación de 1.335 millones de euros al beneficio (casi un 49 por ciento del total), de la que buena parte procede de México, donde obtuvo una ganancia de 835 millones. La división de España y Portugal aportó 1.204 millones (el 44,1 por ciento) y la de Banca Mayorista y de Inversiones, 447 millones (el 16,3 por ciento), mientras que las Actividades Corporativas dieron un resultado negativo de 258 millones. Sólo en el tercer trimestre, el beneficio del BBVA ascendió a 914 millones de euros, lo que supone un incremento del 35,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
De las principales rúbricas de la cuenta de resultados, el margen de intermediación -diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos más dividendos- creció el 14,5 por ciento y se elevó a 5.187 millones de euros. El margen ordinario se incrementó el 14,3 por ciento, hasta 9.328 millones de euros, después de que las comisiones se elevaran el 13,1 por ciento, las operaciones financieras aportaran un 16,3 por ciento más y la actividad de seguros, el 18,1 por ciento más. Los gastos de personal y otros costes generales de administración siguieron creciendo a un ritmo fuerte del 9,3 y 15,7 por ciento, respectivamente, como consecuencia de la incorporación al grupo de Valley Bank e Hipotecaria Nacional.
Aún así, el margen de explotación o resultado de la actividad puramente bancaria fue el que más creció, al aumentar el 19,7 por ciento, hasta 4.867 millones de euros. Este crecimiento se aceleró en los beneficios, gracias a las menores dotaciones de provisiones crediticias que tuvo que realizar. En concreto, las pérdidas por deterioro de activos -buena parte de ellas son saneamientos crediticios- cayeron el 6,4 por ciento y las dotaciones a provisiones descendieron el 53,9 por ciento. Con todo ello, el beneficio bruto creció el 31,1 por ciento y el atribuido se incrementó el 24,9 por ciento.
Estos incrementos de beneficios son consecuencia, principalmente, de los mayores volúmenes de negocio, sobre todo de créditos, que crecieron el 24,2 por ciento, después de que las hipotecas para la compra de vivienda ascendieran un 23,8 por ciento. Al término de septiembre, el BBVA -beneficiado también en este caso por la revalorización de las divisas latinoamericanas- tenía un volumen de 202.894 millones de euros en créditos a clientes. Los recursos gestionados de clientes también tuvieron una evolución positiva y crecieron el 19,4 por ciento, hasta elevarse a 379.971 millones de euros, después de que los depósitos aumentaran el 11,8 por ciento; los fondos de inversión, el 14,2 por ciento; los planes de pensiones, un 26,2 por ciento, y las carteras gestionadas, un 11,8 por ciento.
Por áreas de negocio, Iberoamérica se mantuvo como la más fructífera para el grupo, con una aportación de 1.335 millones de euros al beneficio (casi un 49 por ciento del total), de la que buena parte procede de México, donde obtuvo una ganancia de 835 millones. La división de España y Portugal aportó 1.204 millones (el 44,1 por ciento) y la de Banca Mayorista y de Inversiones, 447 millones (el 16,3 por ciento), mientras que las Actividades Corporativas dieron un resultado negativo de 258 millones. Sólo en el tercer trimestre, el beneficio del BBVA ascendió a 914 millones de euros, lo que supone un incremento del 35,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.