L D (EFE) El jefe médico del Hospital Universitario de la ciudad oriental de Van confirmó el fallecimiento de la menor y recordó que otras quince personas están en tratamiento aquejadas del mismo mal. "Desde el pasado 31 de diciembre, unas 40 personas han llegado al centro médico con síntomas. Creemos que 23 de ellas están contagiadas de gripe aviar. Ocho están bien y no han tenido que ser ingresadas, pero quince están en cama", detalló el médico. Además, puntualizó que "tres de estos últimos están en situación grave, sin haber empeorado, ni mejorado en las últimas horas".
El primer caso de muerte por gripe aviar en el este de Turquía se dio el pasado domingo cuando falleció un niño de 14 años. Había sido ingresado un día antes junto a sus hermanas de 15 años y 11 años, y un cuarto miembro de la familia, que permanece grave.
La muerte de la niña de 15 años fue anunciada este jueves, sólo 24 horas después de que las autoridades sanitarias turcas admitieran públicamente los casos de contagio en humanos. Un primer examen practicado al primero de los fallecidos descartó que la causa de su muerte fuera la gripe, pero un segundo análisis confirmó el miércoles la presencia del virus H5N1.
El hecho de que los tres afectados pertenezcan a la misma familia ha levantado la hipótesis de que la enfermedad ha podido ser contagiada de unos a otros. Sin embargo, el jefe de la unidad infantil del Hospital de Van recalcó este viernes que, al menos en los siete casos más graves, está demostrado que los pacientes estuvieron en contacto directo con pollos enfermos.
El padre de los niños admitió, días atrás, que su familia comió carne de una de las aves de la granja que había muerto de repente, al parecer infectada por el virus. "Todos esos niños tuvieron un contacto muy directo con el pollo. Incluso jugaron con su cabeza cuando murió", reseñó el médico, que volvió a recordar que el fármaco "Tamiflu", que se usa contra el virus, no estaba disponible en la ciudad cuando se detectaron los primeros casos y que no llegó hasta dos días después, por lo que no se pudieron evitar las primeras muertes.
El Ministerio turco de Sanidad confirmó el viernes que casos de gripe aviar habían sido detectados en cinco provincias del sureste del país, vecinas a Armenia e Irán y a las puertas de Europa. Desde que se detectara en 2003, al menos 142 personas en Asia se han visto afectadas, de las cuales, según la OMC, más de setenta han fallecido.
El primer caso de muerte por gripe aviar en el este de Turquía se dio el pasado domingo cuando falleció un niño de 14 años. Había sido ingresado un día antes junto a sus hermanas de 15 años y 11 años, y un cuarto miembro de la familia, que permanece grave.
La muerte de la niña de 15 años fue anunciada este jueves, sólo 24 horas después de que las autoridades sanitarias turcas admitieran públicamente los casos de contagio en humanos. Un primer examen practicado al primero de los fallecidos descartó que la causa de su muerte fuera la gripe, pero un segundo análisis confirmó el miércoles la presencia del virus H5N1.
El hecho de que los tres afectados pertenezcan a la misma familia ha levantado la hipótesis de que la enfermedad ha podido ser contagiada de unos a otros. Sin embargo, el jefe de la unidad infantil del Hospital de Van recalcó este viernes que, al menos en los siete casos más graves, está demostrado que los pacientes estuvieron en contacto directo con pollos enfermos.
El padre de los niños admitió, días atrás, que su familia comió carne de una de las aves de la granja que había muerto de repente, al parecer infectada por el virus. "Todos esos niños tuvieron un contacto muy directo con el pollo. Incluso jugaron con su cabeza cuando murió", reseñó el médico, que volvió a recordar que el fármaco "Tamiflu", que se usa contra el virus, no estaba disponible en la ciudad cuando se detectaron los primeros casos y que no llegó hasta dos días después, por lo que no se pudieron evitar las primeras muertes.
El Ministerio turco de Sanidad confirmó el viernes que casos de gripe aviar habían sido detectados en cinco provincias del sureste del país, vecinas a Armenia e Irán y a las puertas de Europa. Desde que se detectara en 2003, al menos 142 personas en Asia se han visto afectadas, de las cuales, según la OMC, más de setenta han fallecido.